Nada de turbe
Teresa de Ahumada y Cepeda (Ávila 28 de marzo de 1515- Alba de Tormes, 15 de octubre de 1582) más conocida como Teresa de Ávila o Santa Teresa de Jesús fue una mística española que cambiaría la concepción de la religiosidad española en el siglo XXI a raíz de sus escritos y sus reflexiones personales sobre la relación con Dios .
La figura de Santa Teresa no se puede entender si no miramos de reojo a la reforma protestante que en el momento de su actividad religiosa estaba surgiendo en la Europa, sin obviamente pertenecer o legitimar ésta algunos de sus planteamientos de reforma de la vida religiosa, no se alejaban mucho de lo planteado por los reformadores, por lo cual también es un referente para esta corriente del cristianismo.
Teresa de Ávila quiso que el espíritu de la orden del Carmelo volviera a su primigenia esencia, no sin oposición interna y externa a este proyecto. Una de sus pretensiones era que dejaran de existir monjas de “primera”, las hijas de los nobles, y monjas de “segunda” que ejercían en ocasiones de criadas de las primeras. El Carmelo descalzo, la rama carmelita que ella reformó, se caracterizaría por la igualdad de las hermanas en obligaciones y deberes.
Teresa fue una mujer atrevida para su tiempo, llevando a cabo numerosas fundaciones de conventos a lo largo de la geografía española, lo que le llevó a granjearse enemigos masculinos, como el nuncio Felipe Sega que la denominó despectivamente “Fermína inquieta y andariega”, pero también contó con favores como el de Francisco de Borja, a la postre Santo, quien la tranquilizó a causa de la naturaleza de visiones, que confirmó como obra del señor.
La Inquisición a su vez investigó a Teresa por algunos aspectos de sus obras como uno referido al ajedrez, un juego considerado inmoral en aquel momento, y otros referidos al vocabulario sensual que la carmelita usaba para referir su relación con Dios tales como referirse a Jesús como “su amado esposo” o «engolfada de Dios». Este lenguaje aunque pudiera escandalizar, embriagaba al lector de un profundo sentimiento religioso auténtico y sincero y cercanía con Dios.
Los místicos españoles como Santa Teresa o San Juan de la Cruz, representan una corriente religiosa admirada por la cristiandad no solo católica, pues sus bellos escritos literarios forma parte de una de un legado cultural y religioso admirable. Muchas cofradías malagueñas tienen la vinculación con órdenes Carmelitas. Evidentemente todas las hermandades cuya titular mariana tiene la advocación de Carmen está ligada a ella, por medio de esta.
En las cofradías de Semana Santa son destacados los lazos Carmelitas de la Cofradía de la Salutación, que realiza estación religiosa cada Domingo de Ramos en el convento de San José regentado por las Carmelitas, y cuenta con una marcha titulada «Patrocinio Carmelita», obra de Ignacio González. Así también la Hermandad de Humildad y Paciencia tiene una profunda vinculación carmelita, presentando la señora de Dolores y Esperanza en ocasiones vestida con el hábito carmelita y realizando estación religiosa en la Iglesia del Carmen cada Domingo de Ramos, a su vez sus nazarenos visten el hábito carmelita. Por otra parte, una de las iglesias con más sabor cofrade de la ciudad la Divina Pastora, tiene también la denominación de Santa Teresa, incluyendo una talla de la Santa de Juan Vega. Teresa fue caninizada en 1622 y declararada doctora de la Iglesia en 1970 por Pablo VI, siendo una de las cuatro mujeres de un total de 36 en contar con esta consideración.
En 2015 por el 500 aniversario de su nacimiento, la Capilla musical Carmen doloroso le dedicó una pieza musical: “Efemérides de Santa Teresa” realizada por Manuel Marí. Son muchos los textos de Teresa que sean musicalizado, quizás los más famosos son el poema «Nada te turbe» y «Vivo sin vivir en mi». Unas canciones que recomendamos vivamente oír y meditar.