Al Amparo de un nuevo Domingo de Ramos
Comienza una Semana Santa singular, diferente. Histórica en cualquier caso. Toca vivirla en el interior de nuestros hogares con más intensidad si cabe.
Porque a pesar de todo, hoy es Domingo de Ramos y en nuestros corazones Jesús entrará triunfal en su Tribuna de los Pobres al canto del ‘Pescador de Hombres’. Este año la Virgen del Amparo no avanzará al compás del paso pollinico por las calles de Málaga, ni los rayos de sol atravesarán su palio de malla iluminando su divino rostro. Pero es Domingo de Ramos, y la alegría debe inundarnos por dentro.
‘Virgencita mía,
tiéndeme la mano.
Hoy sobre mis hombros
con paso alegre
te doy mi canto’.
Porque Señora, ‘Málaga te quiere y queda suspirando’ anhelando ese nuevo dia en el que podrás pasear tus Lágrimas y Favores por esa calle Echegaray con paso firme, mecida por cientos de corazones fusionados.
Desde el barrio de Cruz de Humilladero, los devotos aguardan en sus casas con suma Humildad y Paciencia, porque hoy es Domingo de Ramos y los malagueños sabemos que tras esos Dolores siempre llega la Esperanza. Los recuerdos de la hermandad carmelita pasando por la calle La Unión o a las puertas de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen de El Perchel brotarán de nuevo en esta tarde repleta de ilusión y fe.
Nunca la Soledad tuvo tan Dulce Nombre. Hoy las campanas de la Santa Iglesia Catedral repicarán, pero la cofradía franciscana no transitará por el interior de sus naves. La chivata se quedará en casa, pero hoy es Domingo de Ramos, y el gallo cantará tres veces bajando por la Plaza del Teatro. Tu dulzura capuchinera se sentirá en esa calle Madre de Dios, porque los hermanos rocieros te recibirán con orgullo en el salón de casa.
‘Dios te salve María
manantial de dulzura.
A tus pies noche y día
te venimos a rezar’.
La angosta calle San Agustín se quedará huérfana de tu Santa Faz. Nazareno de la Salutación, en ti se reflejan todos esos rostros que, desde las ventanas de sus domicilios, te rezan. María Santísima del Patrocinio, siempre seguiremos tus pasos con firmeza y esperaremos con ansia esa tarde en la que Tú, Madre, y María Santísima de la Paloma os miréis cara a cara y ser testigos de un encuentro histórico.
La calle de la Victoria quedará desvalida de la perfección de los servitas blancos y se privará del consolidado binomio entre el Santísimo Cristo de la Humildad en su Presentación al Pueblo y la banda de Cornetas y Tambores de la Esperanza. Pero desde la Basílica de la Victoria, Nuestra Señora de la Merced vela por los malagueños hoy con más fuerza que nunca, porque es Domingo de Ramos.
Pero es en esa esquina de la Iglesia de San Pablo donde todo cobra sentido en este día. Que nunca nos falte la Salud, que perdure la Esperanza y que el Gran Amor anegue todos los hogares del barrio de la Trinidad, de Málaga y del mundo. Desde ese azulejo del Puente de la Aurora se oirán los aplausos y vítores que irán dedicados a esos profesionales sanitarios que luchan por tenerte presente en su labor diaria. Aplausos que florecen de esas familias que gozan de tu plenitud, Salud, de las que sintieron que te perdían y te encontraron, y de las que nunca entenderán tan trágico final. Hoy es Domingo de Ramos, la candelería no iluminará su tez, pero ella sí repartirá infinita Salud. Tened fe.
Nuestro Padre Jesús ora en el Huerto por todos para que la normalidad vuelva a nuestras vidas lo antes posible. Ese frondoso olivo no rozará los escaparates de la calle Nueva ni cubrirá la bendita espalda de la Señora de la Concepción. Hoy el viento simulará el sonido de las campanitas que, con tanta gracia, suenan al cimbrearse el palio de la Dolorosa. Detrás de la puerta de casa quedarán colgadas esas túnicas blancas, moradas y azules soñando con un resplandeciente Domingo de Ramos, una quimera en sí misma.
Ay Señor de Capuchinos. Fuiste prendido por un beso, gesto del que estamos privados en estos días y tanto necesitamos de los que nos quieren y añoramos. Malagueña del Gran Perdón, que tu grandeza se deje ver esta noche subiendo la empinada cuesta de Carrión. Porque a pesar de todo, hoy es Domingo de Ramos, y tú, cofrade, sientes esa bulla y hueles el incienso avainillado que se desprende delante del inmenso trono de plata de la capuchinera. Jesús del Prendimiento, ruega por nosotros.
Así comienza la Semana Santa de Málaga del 2020, ahora queda imaginar ese entorno perfecto, la marcha procesional adecuada y observar la emoción en las miradas de los que presencian el efímero y hermoso instante. Malagueño, es momento de dejar florecer los sentimientos, hoy es Domingo de Ramos.