Las cofradías malagueñas: encuentro con la diversidad
La sociología del mundo cofrade es particularmente interesante porque refleja una gran pluralidad de personas que forman parte de este cuerpo social: plural en cuanto a clases sociales, ideologías políticas, niveles formativos, sexo y, en este mes de junio, en el que se reivindican los derechos de las personas LGTB ponemos el acento en la pluralidad también en cuanto a la orientación sexual en lo relativo a su inclusión en el contexto cofrade.
Las personas LGTB, pese a la ya conocida posición institucional de la Iglesia Católica, forman parte imprescindible de este colectivo, siendo especialmente reconocidos -ahora y antes- en la tarea de vestimenta de imágenes y en el oficio del bordados y actividades similares.
Adrián Sarmiento, joven antequerano, fotógrafo y vestidor, además de propietario de la tienda cofrade “Tallercito cofrade”, reflexiona lo siguiente sobre este tema:
“Aún nos queda camino por hacer, por hacernos ver, sobre todo por normalizar lo normal. En mi amplio paso por el mundo de las cofradías he sido directivo y vestidor y en esa época de mi vida tenía pareja. Al principio el propio presidente de la hermandad tenía miedo a que el párroco viese a alguien lgtbi y le llamase la atención, al igual que pasa con los divorciados. Pero en la Cofradía mi pareja hacía vida conmigo en la hermandad y me acompañaba a montajes. El párroco también conocía la situación aunque nunca públicamente lo mencionase«, argumenta.
Y es que pese a la normalidad dada por el cofrade de base, lo cierto es que no es fácil ser homosexual y ostentar cargos de responsabilidad, pues deben sacrificar gran parte de su visibilidad y derechos por ejemplo al contraer matrimonio o simplemente mostrarse visibles oficialmente, aunque ya sean de dominio público la realidad de estas personas.
«Creo que falta que se vea como algo natural, y no se tape algo que sabemos que está a la orden del día y más en el mundo cofrade. No sé porqué, pero el colectivo está muy presente en el mundo cofrade aunque a veces no se quiera reconocer», explica.
Por último, Adrián concluye: “En mi experiencia no he tenido ningún rechazo por mi condición sexual en el ámbito cofrade, al contrario, respeto aunque de manera casi silenciosa (no visible)”.
También son numerosos y destacables los compositores musicales LGTB cuyas marchas se han convertido en himnos de nuestra Semana Santa. Hace años el compositor Víctor López participó en en un espacio televisivo en Cuatro dedicado a los creyentes homosexuales donde mostró con normalidad su realidad de cristiano, cofrade y homosexual.
Francisco Javier Criado, autor de marchas como ‘Puerta del Cielo’ (2014); ‘Flor del Calvario’ (2016) o ‘Maryan’ (2018) nos comenta en alusión a la relación a esta cuestión lo siguiente:
“Nadie puede negar que las cofradías han sido avanzadilla de la sociedad española en relación a la cuestión LGTBI. Cuando en nuestro país -como prácticamente, con diferentes matices, en todo el mundo- las opciones sexuales diferentes de la heterosexualidad estaban mal vistas o eran ilegales, en nuestras hermandades se podía gozar de cierta inclusión y protección de las personas LGTBI. Esta protección, que podía consistir simplemente en la no persecución de estas personas, se encontraba muy lejana de una verdadera libertad, por estar condicionada por unos códigos muy particulares que no podían chocar con la moral de la sociedad ni de la doctrina de la Iglesia Católica, que, no olvidemos, es la realidad mayor en la que se insertan nuestras hermandades», comenta.
«La diversidad sexual era por tanto un tema tabú. En el mejor de los casos, todo el mundo podía saber o sobreentender que una persona era homosexual, pero nadie podía hablar públicamente de ello, por una cuestión de ‘decoro moral’, al más puro estilo de Doña Perfecta de Benito Pérez Galdós, personaje arquetípico de la hipocresía moral en la sociedad española. Y por supuesto, la persona que siendo homosexual pretendiera ocupar un cargo de relevancia en una cofradía, sabía que tenía que llevar su condición en el más absoluto secretismo», argumenta.
«La normalización, legalización y desestigmatización de la cuestión LGTBI en las últimas décadas en las sociedades occidentales va llegando también poco a poco a nuestras cofradías, donde ya no sólo se sabe que alguien es gay sino que se puede decir y, afortunadamente, dicha persona puede vivir sin tener que ocultar su condición sexual, lo que nos acerca poco a poco a una verdadera libertad», finaliza Criado.
Asimismo Francisco Javier considera: “Quedan muchos pasos por dar, y que el proceso de normalización es irregular, creo que el avance es inexorable. Preveo un desafío doble para los próximos lustros: por un lado con las autoridades eclesiásticas, donde hay diversidad de sensibilidades con respecto a la cuestión LGTBI y en algunos casos (especialmente cuando se trata de que un cofrade homosexual ocupe un cargo de relevancia) no son todo lo abiertas que le gustaría a estos cofrades».
Una cuestión que se puede observar en la vida cofrade y fuera de ella, son la creación de aparentes colectivos cerrados, en este caso de personas LGTBI, sobre todo varones homosexuales, que quizás no ayuden a la verdadera integración por parte de los propios cofrades lgtbi, que en ocasiones parecieran ajenos o desinteresados en la dignificación de su realidad y se embelesaran con su cometido cofrade.
Además, considera: «Respecto al peligro (a mi juicio) de la colectivización extrema, el gregarismo y el uso ideológico y político de la cuestión LGTBI: los cofrades homosexuales deberán – deberemos – reivindicar nuestra libertad y diversidad frente a visiones totalizadoras que se manifiestan con frecuencia en nuestra sociedad y que pretenden reducir nuestra enorme complejidad de personas únicamente a nuestra condición sexual con fines torticeros».
Asimismo también en la pintura tienen un papel destacado las personas LGTB, siendo varios los carteles oficiales de nuestra Semana Santa ejecutados por artistas homosexuales.
Quizás un mito o un estereotipo es el de que los homosexuales ‘per se’ se ven más cómodos en labores de cierta ‘sensibilidad’ frente a los heterosexuales, un estereotipo que como todos no atina con la realidad, pero que en muchos casos se acerca a ella, la cual si seguimos profundizando descubrimos que los homosexuales cumplen con funciones no relacionadas con la “sensibilidad” como pudiera ser desde las funciones de tesorerías hasta la función de capataces y hombres de tronos, donde cada vez más, por cierto, la mujer tiene un papel de mayor visibilidad.
La homosexualidad de la mayoría de cofrades es vivida con una gran normalidad por ellos mismos y sus hermanos cofrades, que entienden que el trabajo constante y desinteresado por su hermandad, por la Semana Santa o el tiempo de glorias es lo fundamental.
Los cofrades de base viven con gran naturalidad la diversidad en las cofradías y son muy pocos y contestados quienes la ponen en cuestión.
El año 2014 fue un año importante en cuanto a la visibilidad de la realidad LGTB en nuestras cofradías en relación a las instituciones eclesiales, pues por vez primera fue abordado este tema en sendos pregones: el de la juventud cofrade dado por un joven estudiante de medicina y el de la Agrupación de Cofradías de Glorias ofrecido por el ex candidato a la alcaldía de Málaga, el profesor Pedro Moreno Brenes. Si bien estos pregones crearon desconcierto en las instituciones clericales fueron ampliamente aplaudidos por las bases cofrades de la ciudad, sirviendo seguro como arma de empoderamiento a muchos jóvenes cofrades LGTB que por primera vez se veían dignificados en lo retórico y no solo en la práctica callada de cada día.
No obstante el rechazo de las instituciones clericales demuestra que no existe aún una normalidad total para los cofrades LGTB.
Cabe señalar que, como señalamos antes, la perfección no existe, y ante lo anterior expuesto sería hipócrita negar realidades como que hoy día a las personas LGTB, por el hecho de serlo, les supone pagar un peaje en su vida personal, pues para por ejemplo ostentar el cargo de Hermano/a mayor o miembros relevantes de Juntas de Gobierno se le exige a una persona LGTB no contraer matrimonio ni formalizar relaciones de forma ‘oficial’ tal y como adelantábamos anteriormente. Es obvio que la normalidad vivida y respirada por los cofrades y cristianos de base en general no ha llegado hasta las altas instancias eclesiales.
Para entender, en el contexto andaluz, las vivencias de muchas personas LGTB que hoy ya peinan canas y que han vivido a veces, en otras épocas en un plano de mayor invisibilidad, películas como “Madre Amadísima” de la cineasta Pilar Távora basada en la obra teatral homónima de Santiago Escalante nos sumergen en la más profunda intimidad y vivencias de personas que no rechazan las costumbres religiosas de su tierra pese al “que dirán”
La propia cineasta nos habla sobre su experiencia al frente de esta película: “Mi motivación para contar esta película, esta historia, en la que puse mucho de mi, de mi forma de verla, de mi forma de contarla y de sentirla, fue, principalmente, el saber que nunca el cine había tratado historias LGTB desde un colectivo muy mirado por encima del hombro dentro del movimiento: los ‘mariquitas’».
«Y otro motivo muy especial: que los ’mariquitas’, por la profesión familiar habían formado parte de mi entorno y, principalmente uno, al que queríamos mucho y del que yo tenía recuerdos de pequeña que llegaba a que lo ayudásemos en casa cuando le pegaban o lo tiraban al tamarguillo”, expone.
Fue rodando una serie sobre actualidad artística y cultural para Canal Sur, cuando Tavora entrevista a Santiago Escalante, autor de la obra teatral y a Ramón Rivero actor protagonista, que estaban representando esta obra, entonces lo tuvo claro: “Tengo que hacer una adaptación para el cine. Los ’mariquitas’ se merecen una alfombra roja».
“El rodaje de la película no me aportó nada sobre el conocimiento de la relación entre el colectivo homosexual masculino y el mundo de las cofradías porque conocía los dos mundos desde chica por muchas razones. La primera porque he sido una persona que siempre ha vivido la Semana Santa intensamente, desde un punto de vista cultural, emotivo, sentimental, estético… como la celebración de la primavera en la que, en esta tierra singular como es la Andaluza, recibimos a la muerte y al sufrimiento de un hombre revolucionario con una explosión de júbilo, con un canto a la vida donde el ritmo, el compás, la belleza, la sublimación de la muerte, la armonía o el equilibrio son únicos. La mayor manifestación artística popular. Y en ella, las vírgenes. Los barrios con sus vírgenes que más que dolientes son recuerdos de diosas primitivas, vestidas en una gran parte, por todos los homosexuales de ciudades y pueblos andaluces que imprimen en ellas una estética especial, un halo especial. Y la relación de ellos con las imágenes durante todo el año, donde vuelcan su creatividad mientras entablan una relación muy especial con esas otras madres a las que les pueden contar sus vidas sin reparo”, continúa.
Por último la cineasta concluye: “Ahí se sienten seguros, protagonistas de alguna manera de algo importante y colectivo. Quizás porque fuera de esos momentos, la soledad y la marginación disfrazada y la sociedad hipócrita es una constante. Así que, precisamente, por mi conocimiento de este singular universo, me pareció importante hacer el tremendo esfuerzo y correr el riesgo de llevar a esta Madre Amadísima a la gran pantalla. Y me siento orgullosa de haberlo hecho».
También fuera de Andalucía, las personas homosexuales participan de la vida de la hermandades como nos cuenta A. Eduardo Rubio, cofrade conquense: «Creo que en Cuenca hay bastante integración, es cierto que en nuestra semana santa no es una cosa que se ‘airee’ pero tampoco se ha visto ningún obstáculo, es una cosa que la sociedad conquense tiene bastante asumida (la diversidad) y lo que prima es la tradición, aquí cualquiera que la respete es bienvenido”.
Por último apunta: “Dentro de la comunidad semanasantera no conozco ningún caso de que alguien pueda tener miedo a ser visible, es la verdad».
El estereotipo homosexual de hombre musculado y atractivo, llegó también a ser estudiado y teorizado por historiadores del arte en relación al arte de la imaginería. Así en un estudio publicado en la revista Baetica que publica la facultad de filosofía y letras de la UMA, se concluyó que había surgido un neobarroco gay’ de la mano de Antonio Bernal y Romero Zafra.
Para estos historiadores del arte entre los que se encuentran Antonio Sánchez López y Antonio Rafael Fernández: Si en lo formal bebe de la tradición del Siglo de Oro, en lo conceptual recogen una reivindicación actual, la de los hombres homosexuales que desean hacerse visibles tal y como son, en paralelo a la creciente tolerancia en la sociedad española. Así pues las esculturas reflejan a juicios de los académicos expresiones pseudonitbodas y actitudes homoeróticas.
También desde fuera del mundo cofrade muchos creyentes LGTB aspiran a un mayor grado de reconocimiento por las diferentes confesiones cristianas. Esto nos cuenta Pedro Castillo creyente y activista LGTB:
“Desde siempre me he sentido profundamente creyente en Cristo, y he buscado mi camino espiritual. Me crié como como católico. En mi juventud, descubrí acerca de la Iglesia Evangélica Española, una iglesia metodista y presbiteriana que es 100% inclusiva, de hecho se celebran matrimonios homosexuales y las personas LGTBI pueden ordenarse como pastores o pastoras», explica.
«Creo que es importante que los creyentes LGTBI vivamos libremente nuestra fe en cualquier comunidad cristiana y seamos parte activa de ella. Espero que llegue el día en que todos los creyentes LGTBI, protestantes, católicos u ortodoxos, no sean discriminados en sus iglesias y que exista un fuete ecumenismo entre todos los cristianos, puesto que todos formamos del mismo cuerpo espiritual de Cristo», dice Castillo.
Por último y para terminar que mejor forma de hacerlo que con las palabras de Nuestro Señor Jesucristo:
Amaos los unos a los otros.
Agradecemos que hayan colaborado con Palio de Plata el compositos Francisco Javier Criado, el fotógrafo Adrián Sarmiento, la cineasta Pilar Tavora, el cofrade conquense A. Eduardo Rubio y el activista Pedro Castillo.