Hace un año que te acercaste a mí…
Hace un año que te acercaste a mí, no sé si ha pasado una eternidad o solo ha sido un instante…pero te acercaste y me miraste. Fue solo un segundo, el tiempo suficiente para que los labios del tiempo cumplieran su promesa; Málaga coronó a su novia, pero no solo la coronó, sino que además se casó con Ella.
Pregón de sal y luz. Blanca niña que bajaste del cielo y a Málaga enamoraste con besos de fuego, velo eterno de novia que se prendó de un pueblo, convirtiéndolo en su inmortal consorte. La noche se hizo día, y el cielo se convirtió en Rocío.
¡Dios te salve sol menguante! ¡Dios te salve, luna llena!
Catedral, Echegaray, Carretería, Madre de Dios, Plaza de la Merced, Victoria, Cristo de la Epidemia…..senderos hacía el mismo cielo, camino a la gloria de la Madre de Dios.
Los malagueños buscan el paraíso entre nardos y aristas, plata y bordados, tintineo de un palio que como buen buque de vela es mástil de la fe de todo un barrio.
Aire colmado de besos, repleto de cantes, saetas, plegarias… Amor y sólo amor desbordándose en cada esquina, como si una fuerza encubierta revolviera el mar de la ciudad. Como si solo existiera Ella, como si solo necesitáramos de su Rocío para vivir.
Y es que eres Rocío a nada comparable, arca de la alianza, propiciatorio de nuestra fe, faro que nunca se apaga.
Hoy vuelve a ser doce de Septiembre y vuelvo a buscar tu mirada compasiva, mujer vestida del sol, y la luna debajo de sus pies. Vuelvo a buscarte en la penumbra de la ciudad y te encuentro navegando entre petaladas y saetas, por calles y callejuelas…. Quiero verte una vez más y por tu playa de blanca espuma caminar, con pies descalzos a la orillita de tu mar.
Un año después de soñarte, que real sigues siendo porque lo aquí dicho está cumplido y porque ahora es la hora. Hoy hace un año que te acercaste a mí, no sé si ha pasado una eternidad o solo ha sido un instante…pero te acercaste y me miraste.