Los signos de la muerte en la cruz

“Entonces Pilato les entregó a Jesús y para que fuera puesto en cruz.. Así fue como se llevaron a Jesús. Cargando con su propia cruz, salió de la ciudad hacia el lugar llamado Calvario (o de la Calavera), que en hebreo se dice Gólgota .Allí lo crucificaron y con él a otros dos, uno a cada lado y en el medio a Jesús. Pilato mandó escribir un letrero y ponerlo sobre la cruz. Estaba escrito: «Jesús el Nazareno, Rey de los judíos.»…… Había allí un jarro lleno de vino agrio.
Pusieron en una caña una esponja empapada en aquella bebida y la acercaron a sus labios. Jesús probó el vino y dijo: «Todo está cumplido.» Después inclinó la cabeza y entregó el espíritu. Como era el día de la Preparación de la Pascua, los judíos no querían que los cuerpos quedaran en la cruz durante el sábado, pues aquel sábado era un día muy solemne. Pidieron a Pilato que hiciera quebrar las piernas a los crucificados y retiraran los cuerpos. Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas de los dos que habían sido crucificados con Jesús… Pero al llegar a Jesús vieron que ya estaba muerto, y no le quebraron las piernas,. Sino que uno de los soldados le abrió el costado con la lanza, y al instante salió sangre y agua”.
Juan (19, 16-34)
A lo largo de la historia, los imagineros han tratado de dar vida a estos pasajes evangélicos en las tallas de nuestros crucificados. Así pues, vemos reflejados en ellos la pasión y muerte de Jesucristo. No obstante hay algunas diferencias entre ellos que pasan inadvertidas al ojo del espectador y que podemos fijarnos en la inminente Semana Santa.
La primera de ellas la vemos en el “titulus crucis” o título de la cruz, dónde figuraba la inscripción “Iesvs Nazarenvs, Rex Ivdæorvm.» en latín, griego y arameo. La inscripción completa la lucen crucificados como el Cristo de la Esperanza en su Gran Amor de la Hermandad de la Salud, Cristo de la Crucifixión, Cristo del Perdón de Dolores del Puente, Cristo de la Agonía de la Cofradía de las Penas, Cristo de las Penas de Salesianos, Cristo de la Exaltación, Cristo de los Milagros (Zamarrilla), Cristo de la Redención (Dolores San Juan) y Cristo del Sagrado Descendimiento … otros como el Cristo de la Sangre, Cristo de animas de ciegos, Cristo de la Buena Muerte (Mena)
Cristo de la Vera+Cruz y Cristo del Amor presentan el titulo con la abreviatura I.N.R.I y como caso especial el Cristo de la Expiración que carece de dicho “titulu crucis” en su Cruz.
También hay diferencias en la presencia o no de la corona de espinas en el momento de la crucifixión, portándola el Cristo de la Agonía, Cristo de las Penas de Salesianos, Cristo de la Exaltación y el Cristo de la Buena Muerte (Mena) que la ha portado en algunas ocasiones.
Otro de los dilemas y que deja un vacío en los textos evangélicos es el punto exacto dónde se introdujeron los clavos: En casi todos los crucificados estos aparecen en las palmas de las manos, mientras que últimas investigaciones apuntan que pudo ser en la muñeca, para evitar el desgarro de las manos a causa del peso. Se muestra así en los Crucificados de Crucifixión y del Cristo del Perdón (Dolores del Puente). Mientras que en los pies, generalmente se representa a nuestros crucificados clavados por un único clavo que atraviesa ambos pies.

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