Entrevista al compositor y pianista malagueño Miguel Pérez

Miguel Pérez (Málaga, 3 de Enero de 1976), tiene su primer contacto con la música en la Banda Juvenil de Música de los colegios Miraflores y Gibraljaire de la capital. Posteriormente continuó sus estudios musicales en el Conservatorio Superior de Música, obteniendo el título de Profesor de Solfeo, Teoría de la Música, Transposición y Acompañamiento, y el de Profesor Superior de Tuba. Desde 1990 compone en diferentes formatos que publica y estrena por todo el mundo, componiendo música para radio, televisión, cine y cualquier clase de espectáculo. Afincado en Fuerteventura desde 2007, actualmente compagina la docencia con su labor como compositor.

1. En 2020 ya tendrás a tus espaldas treinta años de carrera musical. Echando la vista atrás, ¿Cómo recuerdas tus comienzos?

Afortunados y duros al mismo tiempo. Mi suerte fue estar en la Banda de Música de los colegios Miraflores y Gibraljaire, pero no es nada fácil tener tanta ilusión por cambiar el mundo con la música sin más, y al mismo tiempo estar rodeado de una gran mayoría cuya única pretensión musical es agarrar el puesto laboral cuanto antes y a toda costa.

2. Quizás para el gran público tu nombre se asocia al de la composición de marchas procesionales, pero también has compuesto y compones otros estilos ¿Qué te inspira cada género que te adentras?

En realidad no hago distinciones, no me gustan las etiquetas, ni los géneros, ni los estilos. Es cierto que últimamente lo que más hago es improvisar y escribir al piano, pero es porque es el instrumento que a mí me permite más en la soledad de la creación en estos tiempos tan difíciles que corren para la música. Mi inspiración siempre ha sido encontrar el sonido más sincero, y para ello, era necesario dedicarme a otra cosa y no tener la necesidad de vender mi música. Por eso el dedicarme a la enseñanza, preciosa profesión que me permite tener libertad absoluta a la hora de crear.

3. En el ámbito cofrade eres especialmente conocido por tus marchas procesionales, que en muchos casos se han convertido en himnos para las cofradías a las que están dedicadas como “Estrella del Perchel” o “Soledad de San Pablo” , otras marchas como “Azotes y Columna”, que tuvo mucho predicamento en los años noventa, ahora no se pueden oír en la calle. ¿Cómo valoras estás marchas pasado el tiempo? ¿Crees que sería hora de “redescubrir» esta última marcha?

En los años que comencé a escribir música para la Semana Santa aún no existían los editores de partituras que hoy usa todo el mundo, menos aún las redes sociales o Spotify. De aquellos años recuerdo gastar libretas pautadas, cepillarme los rotrings negro como cigarrillos, o la bonita amistad surgida con el dueño de la fotocopiadora del barrio después de volverlo loco con tantas copias que hacía. Hoy todo va demasiado deprisa, pocas personas son las que realmente se detienen y valoran los detalles en la música. Creo que todos echamos de menos la pausa, poder tomar tiempo para elegir, pero nadie se atreve a reconocerlo porque es de antiguos. Tengo mucha música por “redescubrir”. Espero que el tiempo le dé a cada partitura el lugar que le corresponde.

4. Después de un parón de cinco años volviste a estrenar una marcha procesional la pasada cuaresma para la Virgen de la Divina Providencia de la Cofradía del Mutilado. ¿Cómo surge este encargo y por qué decides volver a componer este género? ¿Crees que la música procesional está lo suficientemente valorada en el mundo académico de la música?

Como en otras ocasiones, este fue un encargo de una buena amiga que quiere preservar su anonimato y que respeto profundamente. El hecho de estar cinco años sin escribir música para la Semana Santa no fue decisión mía, pues a pesar de recibir bastantes llamadas telefónicas preguntando por mis honorarios por escribir una marcha procesional, los encargos nunca se producían.

Es cierto que en el mundo de la música las marchas para la Semana Santa están mal miradas, o tachadas de música facilona, por llamarlo de alguna manera, como el pasodoble y similares. Y en mi experiencia, no es menos cierto que quienes más denigran estas composiciones suelen ser los que no tienen ni idea, pretendiendo a toda costa para ello demostrar que sus exquisitos oídos solamente están hechos para escuchar de Mahler para arriba. Estos seres suelen padecer sordera, sordera en el corazón digo. Yo, personalmente, no les echo cuentas. Soy más seguidor de la sencillez que de estas personas de tan mayúscula intelectualidad.

5. A la hora de componer, ¿qué diferencias destacarías entre trabajar con una obra profana y otra de carácter religioso?

No hago diferencias tampoco en este sentido. Mi preocupación sigue siendo la sinceridad al escribir. De mi música en general, destacaría la pasión, quizá por eso que mi música para la Semana Santa ha sido tan bien acogida por el público.

6. Oporto te evoca a…

Pasión en el significado más carnal de la palabra.

  • Su título no es por la ciudad sino por el vino. Cada pieza es la traducción a sonidos de piano de la pasión femenina más carnal, después de una copa de Oporto. O dos.

7. ¿Es, quizás, el piano tu instrumento más personal?

Al menos, con el que más me identifico por lo ya explicado anteriormente.

8. Cuando compones, ¿intentas contar una historia, trasmitir un sentimiento o una simbiosis de ambas?

Procuro expresarme, y no te sabría desmenuzar la cuestión exactamente, pues cada momento es distinto, e intento hacer caso a cómo me siento para que la música salga viva, y no muerta en un ejercicio de pautar sonidos como encarcelándolos entre los barrotes del pentagrama.

9. ¿Cual sería la Banda Sonora cinematográfica con la que más disfrutas? ¿Compondrías la BSO de tu vida, o crees que esa melodía ya existe?

Sin duda E.T. de John Williams me parece la mejor banda sonora de todos los tiempos. Creo que la banda sonora de mi vida es toda la música que he escrito y escribo desde hace treinta años. Al menos, es lo que he intentado.

10. Como docente, ¿qué papel cree que tiene hoy día la música en la escuela?

La clase política no quiere entender lo importante que es tener una sociedad fundamentada en la sensibilidad y el conocimiento, en saber escuchar y tener empatía. Y para ello, la música juega un papel decisivo. Pero no hablo del conocimiento de la industria musical, Beethoven, o el reguetón, hablo sencillamente de aprender a escuchar. Una sociedad que sabe escuchar, sabe pensar.

11. ¿Le puso mucho corazón a Biotza?

El que tenía en aquel momento que lo escribí.

  • Biotza es mi primer trabajo en solitario para piano solo. Su título es una palabra vasca que significa corazón, y además, es un nombre de mujer.

12. ¿Es importante tener biotza en el mundo de la música?

Para mí es lo más importante. En la música y en la vida.

13. ¿En el videoclip de Biotza II se le da un papel muy importante a los espacios naturales, en el de Oporto IV por ejemplo a los espacios interiores. ¿Nos puedes contar que quieres transmitir en estas producciones audiovisuales?

Los videoclips en aquellos años fueron un regalo de Menos Es Más Producciones, y en realidad tuvieron total libertad a la hora de darle significado visual a la música. Personalmente me parecen ‘joyitas’ ambos trabajos y estoy muy satisfecho con el resultado. Me parece muy interesante el aspecto que resaltas de los espacios, no lo había pensado.

14. ¿Algún proyecto musical que te gustaría llevar a cabo? ¿Atreverte con algún género que no hayas explorado?

Emocionar era mi mayor aspiración desde que escribí mi primera nota hace treinta años, y llevo treinta años consiguiéndolo. Me siento plenamente realizado, la verdad.

15. Volviendo a la música procesional, comentaste en una entrevista que te realicé hace unos años que tu momento más emotivo en la banda de Miraflores fue oír a tus compañeros celebrar el triunfo de tu marcha Jesús Cautivo en el II Concurso Nacional Maestro Perfecto Artola. ¿Cómo ve en estos momentos a la Banda de Miraflores?

Me encuentro desde hace doce años viviendo en Fuerteventura, y no tengo referencias directas, pero sé que este año causó verdadera sensación tras el Nazareno del Paso, y por los vídeos que he visto, con toda la razón. Imperdonable que Málaga haga tan poco caso a toda una institución educativa como ha sido y es la Banda de Música de los colegios Miraflores y Gibraljaire. Puyana no es políticamente correcto, eso ya lo sabemos todos, pero su labor y su tesón son únicos e intachables, y Málaga debería alimentar más los sueños de quienes están en silencio dando tanto a cambio de nada, como es el caso de José María Puyana y su banda de música, aunque no tenga seguidores en Instagram, o no se haya hecho una cuenta en Facebook.

16. Comentaste también que veías imposible poder repetir proyectos como el de la grabación del disco Deus Meus – marchas interpretadas con instrumentos tales como oboe, flauta y guitarra- al considerar que la sociedad es cada vez menos poética. ¿Sigue teniendo la misma impresión?

Y más acentuada. Una pena.

17. En la era del reguetón, ¿hay espacio para bohemios?

El reguetón y la industria discográfica van de la mano. El artista con verdaderos principios artísticos no casa con estos conceptos. Al verdadero artista el poder le importa un pito.

18. ¿Qué sentimiento es el más dulce que te ha evocado una melodía? ¿Y el más amargo?

El amor más dulce y el desamor más amargo.

19. En 2006 la Banda Municipal a iniciativa de Diario Sur grabó un disco monográfico con sus marchas. Entre tus marchas más conocidas está una marcha llamada Reina de los Ángeles dedicada a una dolorosa a la que quiso dar culto Ángel Garó. ¿Qué nos podrías contar de la marcha?

Fue un encargo de la misma amiga que comentaba anteriormente. El encargo inicial se hizo a otra persona, pero a dos semanas del estreno la persona aún no había escrito nada. Yo acepté el reto, que realmente lo era, pues la marcha debía estar basada en dos ideas originales del compositor Albert William Ketelbey.

20. Volviendo a tus treinta años de carrera, ¿cambiarías algo de lo hecho hasta la fecha? ¿Ha cambiado tu visión sobre lo que significa hacer música, el por qué y el para qué de componer?

No cambiaría nada, en cada momento he sido consecuente. Para mí hacer música sigue siendo el más alto grado de comunicación, y así lo he sentido siempre desde que comencé a tocar el piano con ocho años. Quizá con el paso del tiempo las mismas ideas maduran con uno mismo, pero la esencia es la misma.

21. ¿Sopla mucho Siroco en tu vida ahora?

El Siroco siempre resopla en mi corazón.

  • Siroco es el viento que resopla en las islas canarias y que nos vuelve locos a todos los que aquí vivimos. En mi caso, este disco es el álbum de fotos de una muy hermosa historia de amor. 

22. ¿Qué jóvenes compositores aprecias que destacan en la composición actual?

Reconozco que no sigo a los nuevos valores, no me da el tiempo. Sigo escuchando la discografía que me ha acompañado siempre. Supongo que ya encontré los sonidos necesarios que acompañen mi vida.

Como fin a esta entrevista, Miguel Pérez ha querido compartir con nosotros un mensaje donde comparte su obra, el cual a continuación reflejamos: «Quisiera agradeceros esta bonita entrevista, e invitaros a escuchar mi último lanzamiento, “Improvisaciones 2019”. Podéis hacerlo en este enlace de Spotify, a ver qué os parece».

* Pulsar el título de cada marcha mencionada y enlace de Spotify para acceder a su audio.

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Autor

  • Carlos Jiménez Lerma

    Licenciado en Historia. Hermano de la Sagrada Cena y del Santo Cristo de la Salud. Coleccionista de música procesional y autor de la cuenta 'Marchas de Málaga'. Estudiante de Teología.

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