Los arbotantes de la Esperanza son restaurados
Los arbotantes del trono de la Esperanza son sometidos a una restauración de su estructura interna que conllevará consigo un nuevo dorado y estofado, y la eliminación de la parafina.
Los arbotantes del trono de la Virgen de la Esperanza, que a simple vista no presentaban ningún problema en su fisonomía, han sido llevados a restaurar debido al mal estado interno de los mismos. La fracturación del brazo de uno de los arbotantes durante el pasado año descubrió el deterioro en el que se encontraba su estructura interna, algo dentro de lo normal teniendo en cuenta que el material del que se componen es madera de pino con setenta años cumplidos desde que el trono fuese realizado.
La restauración de los arbotantes no solo supondrá la mejora de su estructura interna sino, también, una optimización de la fijación de la estructura al conjunto procesional con una nueva sujección para las tulipas y la reposición de las que estaban rotas.
Los arbotantes, en difinitva, seguirán siendo los mismos en su integridad, así como las tulipas que serán identicas. La novedad incorporada con motivo de esta restauración será la sustitución de la parafina por la de cera natural, lo que proporcionará una mayor luminosidad y vistosidad al trono de María Santísima de la Esperanza. Además, posteriormente los arbotantes volverán a ser dorados y estofados, luciendo por primera vez un dorado en oro fino.
La restauración de la estructura se lleva a cabo por el reconocido tallista malagueño Manuel Toledano; y el trabajo de dorado y estofado, en el taller Manolo y Antonio doradores, de Sevilla.
Según comunicara el Primer Teniente Hermano Mayor de la Hermandad en la Junta de Gobierno; el pasado 12 de febrero llegaron del taller dos de los arbotantes previniendo que los restantes lleguen el 7 de marzo, cuando serán presentados en su conjunto en el Museo-Salón de Tronos de la Archicofradía.