Santa María del Monte Calvario en su ermita, año 2020.
Monte Calvario restaurará el retablo mayor de su Ermita
Se trata de unos trabajos que conllevarán el saneamiento del retablo, la restauración de elementos perdidos y la limpieza del dorado del mismo, a fin de devolverle su primitivo esplendor
La Hermandad del Monte Calvario anunció recientemente a través de sus medios oficiales el inicio de los trabajos que llevarán a cummplir «uno de sus más anhelados proyectos», concretamente la restauración del retablo mayor de la Ermita del Monte Calvario. En este caso, se trata de una pieza con un valor simbólico especialmente relevante para esta corporación, pero también con un peso realmente importante en el ámbito histórico-artístico de Málaga, pues fue uno de los pocos retablos con origen en el siglo XVIII que logró salvarse de los terribles sucesos de los años 1931 y 1936 que tanto daño provocaron en la ciudad.
En esta ocasión, será la empresa antequerana Chapitel quien lleve a cabo la restauración, siendo una importante referencia en su sector, habiendo trabajado recientemente en Málaga en la restauración de la fuente de las Tres Gracias, la de la Plaza del Obispo, o el monumento al Marqués de Larios.
La restauración de dicho retablo conllevará el saneamiento del conjunto, procediendo a eliminar todos los elementos que fueron añadidos con posterioridad a su original ejecución, además de llevar a cabo una consolidación en su estructura y recuperar elementos que se han perdido con el paso del tiempo. Por último, también se procederá a una limpieza del dorado y una reintegración cromática, recomponiendo así la unidad estética de la obra.
Por otra parte, la corporación del Viernes Santo ha informado que se trabajará en la reintegración de la urna del Santísimo Cristo Yacente de la Paz y la Unidad en el retablo, de tal forma que el Titular cristífero vuelva a presidir la ermita junto a Santa María del Monte Calvario, como sucediese antaño. Además, con trabajo de los artesanos Salvador Lamas y Raúl Trillo, se pretende reintegrar los dos estípites que existían en el conjunto original, con objeto de que, precisamente, el retablo vuelva a tener un aspecto similar a aquel con el que fuera concebido.
La previsión es que dichos trabajos arranquen con la mayor brevedad posible y que finalicen de cara a la próxima Cuaresma.
