PÓNGAME UNA DE LIMASA PARA LLEVAR. SÍ, LA DE TODOS LOS AÑOS
Mientras escribo estas líneas, el Comité de Empresa de Limasa ha anunciado un acercamiento con el Consistorio con el fin de llegar a un acuerdo que permita desconvocar la huelga de recogida de basuras y limpieza de la ciudad que ya se alarga en su sexta jornada. La Semana Santa está próxima y se van acortando los plazos de la negociación. Cada cierto tiempo, entre el Ayuntamiento y Limasa nos montan un lío a los malagueños, tanto monta o monta tanto, un lío en forma de amenazas, incumplimientos, acusaciones y chantajes en medio de toneladas de desperdicios.
Al igual que ya sucediera en el 2013, la amenaza se cierne sobre nuestra Semana Santa, y el mundo cofrade (incluyo aquí a las miles de familias para las que cada Semana de Pasión es una oportunidad de mejorar y apuntalar su economía) en particular; y los malagueños en general somos los rehenes. Las cofradías, por ahora se mantienen tranquilas, y esperanzadas del final feliz, aunque para ellas este sea que tengan la basura de sus casas de hermandad recogidas para el día D a la hora H. A título corporativo poco les importa los acuerdos abusivos o no a los que se lleguen. Quienes no están tranquilos son las agencias de viajes, hoteles y restaurantes ante la posible caída de reservas dado que ya se están haciendo eco los medios de comunicación a nivel nacional.
Y digo yo que los de Limasa podían haberle echado imaginación a la cosa, que para eso ganan lo que ganan (mucho para la gran mayoría, que somos los que no tenemos familia y amiguetes en la empresa) y trabajan lo que trabajan, poco a la vista de los resultados que se obtienen anualmente sobre inversión en limpieza, donde Málaga es de las ciudades que más gasta por habitantes en limpieza y la que peores resultados obtiene. Pues como decía, la imaginación que pregono para estos conciudadanos es que este año la huelga hubiera sido a la japonesa (para variar un poco, que la otra ya nos la sabemos de sobra: joder al personal hasta que Ayuntamiento ceda); y que en vez de encontrarme una ciudad asquerosa cada mañana de camino a mi trabajo me sintiera en una Oviedo andaluza. Ah claro, es que allí llueve más, dice el concejal del negociado. No tiene guasa el amigo. O si no le echamos la culpa al civismo de los malagueños, o si no a que la abuela fuma, con tal de no asumir la responsabilidad. Pues no estaría nada mal, como decía, que este año la huelga hubiera conllevado una limpieza extra en vez de cruzarse de brazos, y que para la primera salida procesional de la hermandad del Carmen Doloroso, las calles del barrio de Pedregalejo hubieran brillado al paso de esta joven hermandad que tan buenas credenciales ha presentado en el día de ayer, con lamentable lluvia incluida.
Pero si hablamos de responsabilidad, ésta recae en el Sr. alcalde de la ciudad por entregar la gestión de la empresa hace años a manos privadas, a quienes mientras su consejo de administración se les llene el bolsillo con el 2% de beneficio anual, lo que los trabajadores demanden ya lo pagarán los malagueños. Es decir gestión privada para cobrar, pero gasto público para pagar. No está mal el asunto. Estoy seguro que el Sr. Alcalde no va a permitir que la sangre llegue al río, o mejor dicho que el olor a desperdicios impida que el azahar inunde su aroma en el patio de los Naranjos, o que los cientos de fotógrafos tomen una imagen rodeada de contenedores rebosantes, y no precisamente de romero de la Esperanza. De la Torre, tan amante de los toques de campana allá donde se le invite, y si no se le invita, pues como pasaba por allí, ya si eso va y, aprovechando que les desea a los cofrades allí presente una buena estación de penitencia, pues levanta el trono, que para eso se nos ha comprado un martillo nuevo. ¡Ah no, que es un regalo de un amiguete cofrade!, que por cierto pertenece al Comité de empresa de Limasa. – ¡Ostias Paco, que el martillo es como los del tren de la bruja!, le advierte su concejala de fiestas. – No me lo puedo creer, exclama el regidor, ni en mis peores pesadillas. Se van a enterar ahora estos de Limasa quien soy yo. A partir de mañana incumplimos lo pactado, o mejor a partir del Lunes de Resurrección que hasta la feria tenemos tiempo de negociar.
