La simple y dulce vuelta a la normalidad

Una apoteósica jornada con miles de personas atestando las calles de la ciudad sirvió para consolidar la vuelta a la normalidad de las Hermandades y Cofradías

Por fin esa larga y por momentos angustiosa espera llegó a su fin por todo lo alto. Después de todo lo perdido y dejado de vivir en este tiempo, Málaga y sus Cofradías se reencontraron en plenitud con las calles de la forma más colosal y magna posible, en una procesión que, reuniendo a miles de personas locales y venidas de distintos lugares de la geografía española, celebró por todo lo alto el centenario de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa.

Momentos para el recuerdo a raudales, lágrimas de emoción, abrazos interminables y sobre todo satisfacción, satisfacción por volver al punto en que lo dejamos, por poder demostrar que nada de lo perdido ha hecho mella y que las Cofradías y los cofrades, no sólo los malagueños, están muy vivos.

Nuestro Padre Jesús del Rescate

Si había una Hermandad que debía «rescatarnos» de los malos momentos padecidos y llevarnos a caminar «¡A la Gloria!» esa era la de Nuestro Padre Jesús del Rescate y María Santísima de Gracia que, puntualmente a las 13:30h, ponía su cruz guía en calle Agua y daba comienzo a una jornada histórica. Salía el Titular cristífero de la corporación en el centro de su misterio, con un frondoso olivo cubriendo la escena y un delicado friso de rosas malva y orquídeas vanda bordeando el cajillo del trono. Majestuosa conjunción, una vez más, la formada con la Agrupación Musical San Lorenzo Mártir quien, como si nada hubiera interrumpido el tiempo, mostró una sublime actuación en la interpretación de las casi sesenta marchas que acompasaron al Señor de calle Agua a lo largo de sus once horas de procesión.

Instantes después, los inconfundibles y siempre emotivos sones de «Entrando en Jerusalén» anunciaban la entrada del Pescador de Hombres en la Jerusalén malacitana. La Cofradía de la Pollinica puso en la calle un singular cortejo portando palmas y acompañando a un Titular que estrenaba, entre otras cosas, el dorado completo de su trono y de las cabezas de varal. Acompañó musicalmente la Agrupación Musical Redención de Sevilla, la cual actuaba por vez primera en nuestra ciudad.

Nuestro Padre Jesús a su Entrada en Jerusalén

Historia la vivida en la Plaza de Fray Alonso de Santo Tomás cuando, a sones de la Agrupación Musical Redención de Córdoba, el monumental misterio de la Sagrada Cena atravesaba por primera vez el dintel de la Parroquia de Santo Domingo para iniciar su salida procesional. Espectacular una vez más el caminar del misterio, en una perfecta conjunción entre los hombres de trono y banda, que maravilló a todo aquel que la contemplaba a lo largo del recorrido.

Especial fue también contemplar a María Santísima de Consolación y Lágrimas, de la Archicofradía de la Sangre, por vez primera en su trono procesional tras el proceso de restauración llevado a cabo entre 2019 y 2020 por Francisco Naranjo. La dolorosa lució esplendorosa adornada con un bello exorno floral y con un especial detalle junto a Ella, pues lucía en la entrecalle de la candelería una pequeña urna que contenía la rodilla calcinada de la primitiva imagen del Santísimo Cristo de la Sangre, el cual recibiera culto en la desaparecida Iglesia de la Merced, sede de la fundación de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga. Acompaño una vez más a la Santísima Virgen la Banda de Música Nuestra Señora de la Paz, habitual cada Miércoles Santo, destacando un emotivo encierro a sones de «Consuelo Eterno».

Desde calle Frailes bajaba una vez más al Centro de la ciudad la imponente talla de Nuestro Padre Jesús de la Columna. Elegancia constante en un caminar acompañado por un repertorio clásico interpetado de manera sublime por su Banda de Cornetas y Tambores Gitanos, la cual se estrenaba por vez primera tras su Titular en procesión, toda vez ya lo hiciera en el traslado de la pasada semana. Una vez más, momentos de gran emoción los vividos en el encierro a sones de la «Malagueña» y un aluvión de vítores y aplausos para que el «Moreno» entrara ya pasada la medianoche en su Casa Hermandad.

Nuestro Padre Jesús de la Columna

Sin duda uno de los momentos más esperados por los cofrades era ver al Señor de la Sentencia acompañado por vez primera por una agrupación musical, en este caso la Agrupación Musical Virgen de los Reyes de Sevilla, una de las referentes en su género. Espectacular fue el binomio formado en todo momento, en un arduo esfuerzo de los hombres de trono y músicos para lograr vivir momentos tan especiales como la entrada a calle Larios a sones de «Vida» y «La Esperanza de María» o esa interminable subida a calle Casapalma con la interpretación de hasta siete marchas de forma consecutiva. ¿Será un primer paso para el cambio del acompañamiento musical del Señor? Sus hermanos tendrán la palabra definitiva en este aspecto.

Lució Nuestro Padre Jesús Nazareno «El Rico» cruz lisa en lugar de la que habitualmente porta en carey, en una estética más austera pero igualmente sobrecogedora y cautivadora. Le acompañó una vez más la Banda Sinfónica de la Trinidad con un cuidado e igualmente bien interpretado repertorio, que dejó momentos tan especiales como el paso por calle Duque de la Victoria a sones de «La Madrugá».

Toques de campana, Himno Nacional e «Himno de Coronación de la Esperanza», secuencia que no por tantas veces repetida deja de emocionar al que la vive delante de sus plantas. De esta forma, una vez más, María Santísima de la Esperanza salía a bendecir las calles de Málaga bajo un resplandeciente sol que, en una nublada jornada, decidió aparecer justo en el instante en que la dolorosa perchelera asomaba por el dintel de la puerta de su salón de tronos, con el acompañamiento de su Banda de Música del Paso y la Esperanza. Interesante y destacada fue la propuesta de la Archicofradía de realizar la vuelta cruzando el Puente de la Aurora y atravesando los callejones de su barrio, de ese Perchel en el que siempre, sean cuales sean las circunstancias, prevalece la Esperanza.

Desde su recién construida Casa Hermandad realizaron su salida procesional las Reales Cofradías Fusionadas, con las imágenes del Santísimo Cristo de la Exaltación, Nuestra Señora del Mayor Dolor y San Juan Evangelista, quienes lucieron en una diposición del Calvario novedosa y ya propuesta en su día por el desaparecido Antonio Dubé de Luque. Destacado acompañamiento musical por la Banda de Cornetas y Tambores de las Reales Cofradías Fusionadas, la cual volvió a acompañar tras varios años sin hacerlo a su Titular, y la Banda de Cornetas y Tambores Coronación de Campillos, la cual mostró un nivel muy destacado en todo momento.

Espectacular la conjunción, una vez más, entre el Santísimo Cristo de la Esperanza en su Gran Amor y la Agrupación Musical Vera-Cruz de Campillos, quienes dejaron momentos para el recuerdo como el emotivo encierro en San Pablo a sones de «Padre en tus manos encomiendo mi Espíritu». Destacado punto es que la Hermandad decidió mantener su idiosincracia fuera de fechas penitenciales con la puesta en escena de portadores y capataces bajo el anonimato del capillo.

Santísimo Cristo de la Esperanza en su Gran Amor

Volvió a inundar de Fe las calles de la ciudad el Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Ánimas en una diferente puesta en escena en la que no lució su habitual corona de espinas. Novedoso también fue su acompañamiento musical, con la participación habitual de la Banda de Guerra de la Legión pero tambien la de la Banda de Música Nuestra Señora de la Soledad, de la propia corporación, y que se estrenó tras su Titular cristífero interpetando un repertorio más amplio al que nos tiene acostumbrados cada Jueves Santo.

Elegancia fue, una vez más, lo que demostró Nuestra Señora de los Dolores de San Juan en su salida procesional, con un firme caminar que fue acompañado por vez primera por una banda de música, en este caso la Banda Sinfónica del Liceo de Moguer, Huelva, la cual acompasó con una magistral interpretación a la dolorosa. Destacó también el estreno de las nuevas cabezas de varal del trono, obra de Orfebrería Montenegro y bajo diseño de Fernando Prini.

Desde la Malagueta llegó el soberbio misterio del Sagrado Descendimiento, ataviado con mucho gusto para la ocasión y en el que el imponente Señor de Ortega Bru volvió a cautivar y emocionar a todo aquel que observaba su elegante caminar. Acompañó la Banda de Música Cruz de Humilladero que dejó emotivos momentos como la entrada a calle Martínez a sones de la siempre elegante marcha «Virgen del Amor Doloroso» del añorado maestro Eloy García.

Sobrecogedor fue una vez más contemplar al Señor del Santo Sepulcro en cualquier punto de su recorrido, acompañado una vez más por la Banda Municipal de Málaga la cual, en esta ocasión, interpretó un sobrio pero amplio repertorio de marchas. Además, destacó también el acompañamiento de la escolanía Puericantores de Almogía en la cabeza de procesión, con el canto de distintas piezas que invitaban al recogimiento y la oración.

Nuestro Padre Jesús del Santo Sepulcro

Desde la Parroquia de San Pedro inundó las calles de Málaga María Santísima de los Dolores Coronada, de la Archicofradía de la Expiración, quien, como cada vez que procesiona, cautivó a todo aquel que contemplaba su siempre elegante caminar. Estrenó la mesa de su trono, los varales y la restauración de un cajillo que brillaba reluciente a cada momento. Le acompañó por vez primera su «nueva» Banda de Música del Maestro Eloy García de la Archicofradía que, una vez más, interpretó una destacada cruceta hasta su encierro, el cual, alrededor de las 4 de la mañana, puso fin a la magna procesión.

Y resucitó, resucitó Málaga, resucitaron sus Hermandades y Cofradías y resucitó la tan ansiada normalidad, de la misma forma que el Santísimo Cristo Resucitado fue el broche perfecto al tránsito por el Recorrido Oficial, en una atípica pero a la vez bella imagen nocturna de la talla de Capuz, acompañada por los sones de la Banda de Cornetas y Tambores del Carmen.

Y no, este humilde cronista no se olvida, abrió la procesión la Madre y Maestra, sí, la precursora del género de cornetas y tambores en la música procesionista, la centenaria, la Banda de Cornetas y Tambores del Real Cuerpo de Bomberos, orgullo de Málaga y Andalucía.

Y a pesar de tantas predicciones, cátedras, incertidumbre y debates eternos, muchas veces alejados de lo realmente importante, las Hermandades, sus hermanos, los cofrades, Málaga y Andalucía volvieron a demostrar la devoción y el amor por el Señor y su bendita Madre. Historia hecha una vez más, cien años después, y por otros tantos que los sucedan. La simple y dulce vuelta a la normalidad…

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