Entrevista al compositor y cofrade malagueño Francisco Javier Criado

Francisco Javier Criado Jiménez (Málaga, 11 de junio de 1992) es un joven compositor que en los últimos años se ha abierto paso en el mundo de la música procesional, con marchas que han traspasado las fronteras de nuestra ciudad. Es cofrade de la Cofradía del Rocío de Málaga y del Pobre y La Esperanza de Velez-Málaga. Hoy nos concede a Palio de Plata una entrevista, donde le preguntamos por su trayectoria, su obra, su percepción sobre la música procesional y otros temas de interés.

1. En primer lugar. ¿Podrías hablarnos de tu última marcha «Libertadora» (2018) dedicada a Nuestra Madre y Señora de la Merced?

Bueno, en primer lugar querría decir que una marcha procesional, como cualquier obra de música, se puede concebir desde visiones estéticas muy diferentes, y ninguna de ellas es por sí misma mejor que la otra. Pero a día de hoy yo me siento muy a gusto trabajando en una concepción de la música como movimiento, como viaje y como expresión de diferentes colores. Para mí una marcha es como una pequeña película que nos cuenta una historia. Sería aburrido que la historia se mantuviera todo el rato en la misma escena sin avanzar, ¿no?. He intentado que en Libertadora el oyente pueda sentir emociones muy diferentes según avanza la marcha, y eso significa que la música está viva y nos está contando algo. La variedad de paisajes sonoros en una obra es algo interesante y que me hace disfrutar en la música, por eso lo intento aplicar cuando soy yo el que compone. El riesgo de esta forma de componer se encuentra en que la unidad de la obra se puede desmoronar, convirtiéndose, en palabras del teórico alemán Clemens Khun “en simple colección de ideas sin ninguna relación”. Sin embargo, en Libertadora hay varios elementos (armónicos, temáticos, tímbricos…) que a mi parecer, garantizan la unidad del conjunto de la pieza, conectando sutilmente todas sus partes a pesar de la variedad de las mismas.

Por otro lado, en un plano más extramusical, me gustaría decir que en esta marcha el principal objetivo era llevar a la música la impronta de la Virgen de la Merced y su actual estilo en la calle el Domingo de Ramos. En Libertadora vamos a encontrar pasajes barroquistas con su característico dramatismo contenido, de giros andaluces con sabor cofrade, pasajes triunfales e incluso algunos más líricos-románticos o de sabor exótico… Es una amalgama de sonoridades-sentimientos compleja de explicar con palabras para mi, pero todo esto es lo que me transmite la Virgen de la Merced y así lo he intentado plasmar en la música.

2. Vamos a retrotraernos a tus comienzos. ¿Cuándo empieza a interesarte la música?

Mi relación con la música comienza gracias a mi padre, un hombre sin formación musical pero amante de este arte que ha querido que sus tres hijos conocieran (cuando no anduvieran entero) ese camino.

Cuando yo tenía siete años mi padre decidió apuntarme a la Escolanía de la Coral Stella Maris. Al año siguiente mi padre me apuntó al Conservatorio, y aunque yo quería violín, él me convenció para que hiciera piano, algo por lo que ahora le estoy muy agradecido porque años más tarde haría la carrera de Composición y el piano es un instrumento muy útil para el compositor. Estos hechos fueron determinantes para mi, porque quizás sin mi padre nunca me habría acercado a la música.

3. Tus dos primeras marchas estuvieron dedicadas a las dos hermandades de las que eres hermano, Rocío y Esperanza de Vélez. ¿Qué nos puedes contar de ellas?

A Reina de San Lázaro y Salve Esperanza Nuestra, ambas compuestas a finales del año 2012, les tengo un cariño especial por ser las dos primeras marchas que escribí. Como muchos compositores jóvenes cofrades, cuando empiezan dedican sus primeras obras a sus titulares, y supongo que esto se debe a que es una forma de hacer una ofrenda a tus principales devociones. Aunque han pasado sólo seis años (que tampoco es mucho tiempo si se mira la carrera completa de cualquier autor), las comparo con las marchas que he estrenado en 2018 (Maryam y Libertadora) y aprecio una evolución y refinamiento en mi forma de componer, desde la propia concepción de la obra. En estas marchas, como es lógico cuando uno está empezando, seguía mucho más el camino fijado por otros (en cuanto a forma, armonía…) y ahora cada vez voy por un camino más personal. La visión de la que he hablado en relación a la primera pregunta (la obra como una pequeña historia en movimiento) -en la que me encuentro ahora- no la tenía en ese momento.

4. Sin duda tu gran éxito musical hasta la fecha es «Puerta del Cielo» (2014), dedicada al Rocío. ¿Pensabas que se convertiría tan rápido en una marcha tan popular y que traspasara fronteras? Incluso fue la marcha que sonó tras la levantá que efectuó Felipe VI tras el paso de la Virgen del Rocío de Sevilla.

Sinceramente nunca imaginé que Puerta del Cielo traspasaría fronteras tan pronto y se incorporaría en los repertorios de muchas bandas de Andalucía. La verdad es que cuando estás creando una marcha, es imposible predecir cómo la va a recibir el público, porque influyen muchos factores. Afortunadamente no soy un compositor que se obsesione con eso; para mi lo importante es que yo mismo esté satisfecho con el trabajo realizado, que cumpla con mis premisas compositivas y que sea adecuada para la imagen a la que está dedicada. De Puerta del Cielo podría contar muchas confesiones curiosas que me han hecho muchas personas; conozco algunos auténticos puertadelcielers.

5. ¿Temes que está composición pueda eclipsar otras que vayas componiendo?

Como he dicho, no me obsesiono con el cómo se reciban mis marchas si yo estoy satisfecho con lo que he hecho. Yo también soy cofrade desde la cuna y conozco los gustos, los códigos y las modas de este mundillo, que además son muy variados dentro del público cofrade. Lo que nos lleva a otra conclusión: nunca vamos a contentar los gustos de todo el mundo, luego es absurdo proponérselo. De hecho, después de Puerta del Cielo he creado otras marchas que, aunque quizás menos conocidas hoy, son de mayor complejidad y en las que exploro poco a poco registros nuevos con los que antes no me atrevía, lo cual me hace sentirme muy satisfecho con ellas y en absoluto las siento a la sombra de Puerta del Cielo.

6. ¿Cómo enfocaste la composición de tus marchas de coronación dedicadas a la Virgen del Rocío («La Coronación del Rocío», 2015) y a la Soledad de Mena («Regina Maris», 2016)?

Estas dos marchas tienen muchas cosas en común sobretodo porque son para eventos similares y, además, entre la composición de una y otra sólo hay meses de diferencia. El hecho de que estuvieran pensadas para la celebración de coronaciones canónicas me acotó mucho el marco compositivo con respecto a otras obras. El primer elemento es el carácter, el cual debía ser eminentemente alegre, acorde a lo que se celebra. El segundo es la instrumentación; las procesiones triunfales de coronación suelen ser “ruidosas”, y no lo digo peyorativamente, pero esto requiere de una instrumentación llena y casi siempre en tutti. El tercer elemento es la duración, puesto que para un evento de estas características quizás no sea adecuado una marcha de larga duración. Estas particularidades-restricciones que yo mismo me fijé acercan más estas obras a la forma de marcha clásica alegre y las alejan de exploraciones de formas más personales y de instrumentaciones más sinfónicas que sí veo posible en otras marchas.

7. Otras marchas de tu autoría se estrenaron en importantes efemérides de hermandades como Monte Calvario y Viñeros. ¿Qué nos puedes contar de «Flor del Calvario» (2016) y «Primer Dolor, profecía de Simeón» (2013)?

Primer Dolor, profecía de Simeón fue la tercera marcha que compuse. Ya que las dos primeras, de las que hemos hablado antes, eran de corte alegre y además seguían una forma más clásica, en esta marcha dedicada a la Soledad de Viñeros quería explorar, por vez primera, un registro diferente y una estructura más personal, atreviéndome a incluir -por primera vez en mi obra- secciones “de transición” que huyen del fraseo clásico y donde a veces el sentido armónico está desdibujado a conciencia. También fue la primera marcha donde manifiesto caracteres muy diferentes dentro de la misma. Ahora que ha pasado algún tiempo, miro atrás y creo que esta marcha sirvió para mi como entrenamiento para lo que haría más tarde en otras obras, más o menos en la línea de lo que escribo ahora mismo.

Después de esta vinieron dos marchas de corte alegre: Puerta del Cielo y las dos de coronaciones, por lo que no pude retomar esta línea de trabajo hasta 2016, precisamente con Flor del Calvario. Creo que uno de los elementos más interesantes de esta última marcha se encuentra en su trío, que está basado en las Coplas a los Dolores de la Virgen (Hilarión Eslava), que se cantan en Cuaresma en el Septenario de la Hermandad del Monte Calvario, y es todo un sello allí. Mi trabajo no se limitó a instrumentar el tema de las coplas en el trío de la marcha sin más sino que, basándome en él, le di un carácter completamente diferente. Transformé el lirismo doloroso del tema en un lirismo dulce, esperanzador, y finalmente triunfal, todo ello respetando el esqueleto de su melodía para que el oyente pueda reconocer el tema de origen. Fue un experimento compositivo curioso, y en parte atrevido, pero creo que funcionó.

8. Cuando te piden una marcha, ¿te suelen dar unas instrucciones precisas de cómo debe ser esta o por lo general sueles tener libertad o para componer?

Hasta ahora he tenido la suerte de tener total libertad en todos los encargos que he recibido. Esto tiene algo positivo: puedes hacer lo que quieras porque la gente confía en ti. Pero también tiene su cara negativa: cuando hay tantas posibilidades el reto es mayor porque se hace más difícil acertar con el gusto de la persona o colectivo que te hace el encargo, y a veces podría ser más cómodo para el compositor trabajar con ciertos parámetros ya fijados.

9. ¿Qué elemento es el que más te inspira a la hora de componer una marcha?

El tema de la inspiración daría para muchas horas de conversación. Creo que la mayoría de la gente tiene una idea desfigurada por culpa del Romanticismo y del cine: se imaginan a un compositor atormentado en mitad de un bosque o en su lúgubre casa con un candelabro en el piano, recibiendo una especie de “soplo divino” que le dicta lo que tiene que escribir en la partitura. Sin embargo, esto en absoluto es así. El trabajo del compositor normalmente comienza con una idea propiamente musical (digamos “tema”) y va trabajando sobre ella cuál artesano, añadiendo y desechando, adaptando la técnica a su gusto y al estilo de la pieza. La inspiración –subjetiva por definición- yo la denominaría simplemente como un estado de ánimo óptimo del compositor en un momento determinado a la hora de encarar la creación de su obra, lo que puede llevar a una mayor fluidez. Pueden haber días concretos de inspiración pero también etapas de semanas o meses.

10. ¿Cómo valoras la actual situación de la música procesional en Málaga?

Si diera una valoración única seguro que me equivocaría, porque mi visión es incompleta si no se tiene en cuenta la del músico o director de banda o la del cofrade oyente. Yo creo que lo mejor que ha pasado en los últimos años en Málaga en relación a la música procesional es el crecimiento en el número de bandas, lo que se traduce en una mayor difusión de la música y mayor número de jóvenes que van a tener algún contacto con ella, haciéndose verdaderos profesionales en algunos casos. En cuanto a aspectos mejorables, echo en falta una mayor comunicación, coordinación y unidad, a veces, entre todos los que estamos implicados en la música cofrade. Veo que todos nos conocemos (músicos, compositores, directores…) pero cada uno vamos a lo nuestro, actuando totalmente por libre. Sería interesante que existiera un organismo que nos aglutinara a todos, una especie de sindicato o asociación; se podrían hacer muchas cosas desde ahí por la música y por los músicos, y se daría una imagen muy fuerte del mundo de la música procesional en Málaga.

11. Tuviste el privilegio de vivir el estreno de tu marcha «Maryam» en el concierto previo al pregón de Semana Santa dado por Santiago Souvirón. ¿Qué nos puedes contar de este episodio de tu carrera musical?

Maryam fue para mi un encargo de lo más ilusionante. En primer lugar por la persona que me lo hizo, el conocido por todos y amigo mío Santi Souvirón, y en segundo, porque iba a ser estrenada nada menos que en el Pregón de la Semana Santa. El día del estreno fue todo ilusión y felicidad, y espero que sirviera para engrandecer más si cabe el magnífico pregón de Santi. Con el título, que a muchos ha llamado la atención, quería hacer alusión a la Virgen María desde otras perspectivas, como la pueden implorar, por ejemplo, los cristianos de Oriente Medio o incluso otras religiones que reconocen su figura.

La marcha tiene una estructura muy personal y supone todo un viaje sonoro que comienza de forma intimista y espiritual hasta llevarnos a un final triunfal y apoteósico, pasando por pasajes exóticos y ensoñadores basados en el Gaudeamus Igitur.

12. Hasta la fecha todas tus composiciones están dedicadas a imágenes marianas. ¿Te planteas componer para alguna imagen cristífera? ¿A qué imagen a la que aún no hayas compuesto te haría especial ilusión hacerlo?

Teniendo en cuenta que los tronos cristíferos que van acompañados por banda de música son muy pocos, decir que sería un lujo componerle al Señor de la Expiración. Intentaría verter en la pieza lo mejor de mí para estar a la altura de la talla de Benlliure y su soberbio conjunto procesional. Sería un reto que me encantaría llevar a cabo.

13. Hasta ahora todas tus composiciones han sido para banda de música. ¿Veremos marchas de otros géneros como el de Agrupación Musical o Cornetas y Tambores? ¿Tal vez piezas de Capilla Musical?

Me encantaría escribir algo para capilla musical. Para el resto de formaciones ahora mismo no me lo planteo, aunque nunca se puede descartar nada.

14. Además de compositor, también solemnizas los cultos de varias hermandades interpretando piezas musicales al órgano. Uno de estos cultos es el Septenario de Santa María del Monte Calvario. ¿Cómo vives esta responsabilidad?

Es una labor en la que trabajo muy a menudo, y conlleva una gran responsabilidad. Actualmente trabajo como organista de mis dos hermandades, así como del Monte Calvario, Humildad, Paloma, Pollinica, Estudiantes, Mediadora, de la Iglesia de San Agustín, y colaboraciones con algunas otras. En todas ellas se crea un vínculo de afecto y respeto recíproco entre un servidor y los cofrades o sacerdotes que me contratan. Todos ellos depositan gran confianza en mí y uno tiene la labor de seleccionar adecuadamente la música, de adaptarse al estilo y a las necesidades del momento litúrgico y de hacerlo bien, claro está, cuando llega “el directo”. Yo lo vivo con mucha ilusión porque me siento el asesor musical de ellos, siento que estoy poniendo mi granito de arena en el embellecimiento de esa hermandad, todo ello con el fin de facilitar el acercamiento del cofrade a Dios.

15. ¿En qué otros proyectos musicales estas inmerso?

Lo próximo que verá la luz será la sintonía del programa Málaga Santa, que produce Canal Málaga. Este encargo que me hizo la televisión malagueña ha sido un reto al tratarse de algo nuevo para mi, pero soy muy ambicioso y no me gusta decir que no a nada de lo que me encargan, siempre que esté en mis manos. Para llevarlo a cabo he tenido que trabajar en conjunto con diseñadores gráficos, puesto que la renovación del programa va a ser completa. La sintonía de cabecera tiene una duración aproximada de no más de treinta segundos; la dificultad de este trabajo ha estado precisamente en intentar hacer algo interesante y pegadizo en tan poco tiempo. ¡Espero haberlo conseguido!

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