Amor para la libertad
La Cofradía del Rico cumplió con la tradición del preso en una tarde primaveral para el recuerdo
Amor para vivir. Amor que se hizo dulzura cuando se reflejó en el rostro de María Santísima. Amor que nos enriqueció en una tarde victoriana de Miércoles Santo. Amor para la libertad. La elegancia siempre viene de la mano de la Cofradía del Rico en Málaga, y así fue un año más, pero no en una Semana Santa cualquiera, sino en la del auténtico reencuentro.
El sabor de lo añejo siempre se conjuga a la perfección con la actual forma de procesionar de nuestras corporaciones nazarenas con esta Cofradía imprescindible para todos los malagueños que la sienten suya. Amor por ese instante en el que el reloj marcó las 18:15 horas de la tarde y las puertas de la Casa Hermandad se abrieron para dar paso a los nazarenos de túnicas moradas y azules y capas blancas con la cruz de Santiago. Nazarenos Ricos en Amor, en fe y devoción a sus Sagrados Titulares.
Nuestro Padre Jesús Nazareno titulado ‘El Rico’ y María Santísima del Amor arrancaron los aplausos en sus primeros compases. El sol aún era el encargado de iluminar a los Sagrados Titulares en su bajada al centro histórico desde la calle Victoria. Al rodear el entorno de la Santa Iglesia Catedral se pudo contemplar el exorno floral de ambos tronos a la perfección con todas sus tonalidades. El Nazareno caminó sobre bouganvillas, iris morados, margaritas, pitas y musgo, combinando el verde con unos pequeños toques en morado que hicieron juego con su túnica bordada de cola. María Santísima del Amor contó con rosas y orquídeas blancas y flor de arroz, tanto en las ánforas como en los frisos.
La Cruz Guía llegó a la Plaza del Obispo y poco a poco los nazarenos de la sección de Jesús Nazareno ‘El Rico’ fueron ocupando las escalinatas de la Santa Iglesia Catedral. Todas las miradas se dirigieron hacia la Torre Sur, donde la campana dorada sirvió de preámbulo para que se fuese colado el dulce Nazareno en esa plaza que sería fiel testigo de la libertad más pura sin fianza, de la que se da por amor. El viento provocó que las capas de esos míticos nazarenos con capirote de habichuela sobrevolaran la ciudad, mientras que María Santísima del Amor cada vez se encontraba más cerca de su Hijo.
Le quedaban por cumplir unos meses en prisión, pero José C. H. recibió la libertad de manos del que no juzga y perdona, del que ama a todos y sobre todo, del que mece su mano derecha haciendo la señal de la Cruz para bendecir al arrepentido, a sus hermanos que contemplaban emocionados una escena que ya añoraban en la calle, porque Jesús El Rico volvió a hacer historia. Nos empeñamos en justificar las causas extraordinarias cuando lo ordinario ya es de por sí sumamente especial y único. Hasta unas finas gotas de lluvia quisieron colarse en esa escena en la que el Nazareno parecía más humano aún.
Con los sones de la Banda de Cornetas y Tambores de la Redención, se reanudó la procesión camino del Recorrido Oficial. La noche iba cayendo sobre la ciudad, y esas tulipas de color caramelo, que componen los arbotantes del trono de Nuestro Padre Jesús Nazareno ‘El Rico’, ofrecieron una cálida luz al divino rostro del Nazareno que procesionó acompañado musicalmente por la Banda Sinfónica de la Trinidad. Marchas como ’La Sangre y la Gloria’, ‘Passio Granatensis’ o ‘Nuestro Padre Jesús’ sonaron para dar libertad a los sentimientos más sinceros.
Qué mecida tan suave regalaron los portadores a su Sagrado Titular cuando sonaba con fuerza la campana con un solo toque. A los pies del Nazareno procesionó, como cada año, la cabeza de San Juan ‘El Degollao’, talla que hasta la desaparición de la cárcel municipal en la Plaza de la Constitución figuraba en la capilla de la misma y que pasó al Museo Provincial, donde forma parte de la exposición permanente. La Cofradía del Rico también dio libertad así a la historia y a obras de arte de la ciudad.
Y para dar rienda suelta a ese amor que otorgó la libertad, la música jugó un papel fundamental. A las magníficas interpretaciones de las bandas se sumó los emotivos estrenos de dos marchas donadas por el albacea general y vestidor de María Santísima del Amor, Pablo Cortés del Pueblo. Tras los Titulares sonaron ‘Maiestas’ y ‘A Jesús por el Amor’, aunque la primera de estas composiciones ya se interpretó en la procesión magna ‘Camino de la Gloria’, con motivo del centenario de la Agrupación de Cofradías.
Fue en Císter, de regreso a casa, cuando ese amor se materializó. Tras pasar el Nazareno del Rico por la bella calle, y esperando la llegada de la Virgen del Amor, un pequeño, agarrado de la mano de su padre, le preguntó si ese Señor era el que liberaba al preso. El padre aprovechó para explicarle al niño, con todo lujo de detalles, que así era, y que tras Él siempre iba la Virgen, rebosante de Amor. Con una candelería apagada por el viento, que poca tregua dio (y afortunadamente) en esta jornada, la Virgen apareció ante el Patio de los Naranjos. ‘Mi Amargura’ sirvió de banda sonora para el efímero instante, y ese niño no aparto la visión de la Madre, una Virgen que se presentó con su corona restaurada en los talleres de Manuel Valera, en Córdoba. Con mesura y elegancia pasó, dejando la estela de su manto azul y el tintineo de sus cortas bambalinas de su palio ochavado. El padre cogió a su niño en brazos para que nadie pudiera entorpecerle la visión, y tras pasar la Virgen le besó, a lo que le siguió un fuerte abrazo del pequeño a su padre. Sobraron las palabras, porque el amor verdadero se hizo presente el Miércoles Santo en Málaga. El sonido de los tambores de la Banda de Música de Nuestra Señora de la Soledad de la Congregación de Mena se perdía ya a lo lejos, y padre e hijo emprendieron una vuelta a casa. El padre le otorgó al pequeño su sabiduría cofrade, y el niño respondió con amor. Ese pequeño ya tiene la libertad para continuar con el legado que le fue entregado en la noche del Miércoles Santo del reencuentro por las calles.
El encierro ya estaba cerca, los Sagrados Titulares se volvieron a encontrar cara a cara a las puertas de su Casa Hermandad, ante sus fieles y ante su pueblo. La emoción contenida dio paso a ese cariñoso gesto entre hermanos, al toque de campanillas y a marchas gloriosas para culminar una salida procesional de ensueño. Jesús El Rico y la Virgen del Amor ya esperan un nuevo Miércoles Santo, pero aguardan pacientes en la Iglesia de Santiago la bendición de ese romero, que en Málaga es Esperanza. Los hermanos de esta corporación nazarena saben perfectamente el cometido que tienen hasta ese 5 de abril de 2023, regalarán todo su amor para la libertad de la fe cristiana y el amor sin condición a sus Sagrados Titulares.
Fotografías: Miguel Fernández.