Entrega VI. Juicio a Cristo (I) – El proceso religioso

  • El proceso religioso judío

Jesús ha sido arrestado en Getsemaní, a las afueras de Jerusalén.

Tras llegar a la ciudad será sometido a un juicio religioso ante el sumo sacerdote, el saduceo Caifás, yerno de Anás, que anteriormente ya ocupó este puesto.

Jesús de Medinaceli. Año 2021.

I. ¿Por qué las autoridades judías decidieron deshacerse de Jesús?

La doctrina de Jesús desafiaba todas las enseñanzas que, principalmente los fariseos proclamaban, basada en el cumplimiento estricto de los rituales de la ley. No curar en sábado, o no comer con pecadores serán acciones que enervarán a los fariseos.

Los saduceos también dan importancia a la observancia de la ley, pero discrepan de los fariseos en las normas que se deben establecer para llevarla a cabo. Sin embargo, ambas facciones unirán fuerzas para eliminar a un enemigo común: Jesús de Nazaret.

Caifás, sumo sacerdote temía que el movimiento generado en torno a él, pudiera suponer un motivo de enemistad con Roma, cuyo poder los saduceos no discutían.

Caifás dará estas razones para su ejecución:

Jn 11, 47-50

 Entonces los principales sacerdotes y los fariseos reunieron el concilio, y dijeron: ¿Qué haremos? Porque este hombre hace muchas señales.

 Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los romanos, y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación.

Entonces Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada;  ni caéis en la cuenta  que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca.

Caifás y la casta sacerdotal quieren evitar cualquier tirantez con Roma: Jesús debe morir.

II. Jesús es interrogado por Anás

Jesús ante Anás. Año 2020.

Recoge el Evangelio de Juan, que tras su arresto,  Jesús fue llevado primero a casa de Anás, el suegro del Sumo Sacerdote. Este dato nos indica, que pese a estar retirado, Anás mantenía una influencia notable, y por respeto a su persona, antes de pasarlo a Caifás, se le ofrece para interrogarlo.

Jn 18, 12-14 ; 18, 19-24

Entonces la compañía de soldados, el tribuno y los alguaciles de los judíos, prendieron a Jesús y le ataron,  y le llevaron primeramente a Anás; porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote aquel año. Era Caifás el que había dado el consejo a los judíos, de que convenía que un solo hombre muriese por el pueblo. (…)

Y el sumo sacerdote preguntó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina.  Jesús le respondió: Yo públicamente he hablado al mundo; siempre he enseñado en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y nada he hablado en oculto. ¿Por qué me preguntas a mí? Pregunta a los que han oído, qué les haya yo hablado; he aquí, ellos saben lo que yo he dicho. Cuando Jesús hubo dicho esto, uno de los alguaciles, que estaba allí, le dio una bofetada, diciendo:

¿Así respondes al sumo sacerdote?  Jesús le respondió: Si he hablado mal, testifica en qué está el mal; y si bien, ¿por qué me golpeas?

Anás entonces le envió atado a Caifás, el sumo sacerdote.

Anás, quiere conocer acerca de la doctrina que tanto escandaliza a fariseos (la otra gran tendencia religiosa del judaísmo junto con la saducea, a la que pertenecen Anás y Caifás). La respuesta que le ofrece Jesús es percibida como un desaire a Anás, y uno de sus servidores, le golpea, será el primer maltrato físico que sufrirá Jesús en su proceso judicial.

III. Jesús ante Caifás.

Jesús de la Verdad ante Caifás. Año 2016.

Al llegar a este punto del juicio religioso de Jesús, la interpretación del texto evangélico se torna más compleja por cuánto se advierten diferencias entre los relatos de Marcos y Mateo y el de Lucas

En los dos primeros, se presenta esta secuencia de hechos:

  • En casa de Caifás, se reúnen los principales sacerdotes y los ancianos y los escribas con el objetivo de encontrar un cargo suficiente para acusar a Jesús de blasfemia.
  • Se presentan las supuestas pruebas contra Jesús, pero no coinciden los testigos.
  • En este punto Caifás pregunta a Jesús si es Hijo de Dios.
  • Jesús lo afirma. Caifás se rasga las vestiduras y los presentes concuerdan: Jesús es reo de muerte.
  • Los alguaciles pegan y se mofan de Jesús.
  • El la mañana, el Sanedrín decide enviar a Jesús a Pilato.

En el Evangelio de Lucas, por como están presentados los acontecimientos se da la impresión de que Jesús no es interrogado en la madrugada ante Caifás (no se le menciona) y es cuando Jesús es golpeado. En Lucas pues, se presenta como una misma secuencia el interrogatorio y la deliberación definitiva del sanedrín.

Esta contradicción entre los relatos ha llevado a muchos a preguntarse qué funcionamiento tenía el Sanedrín en el S.I y si hubo irregularidades en la actuación en torno a Jesús. Ciertamente parece extraordinario que esta asamblea se reuniese de madrugada, más aún si se trataba de la noche de pascua como afirman los sinópticos.

Antes de continuar, conozcamos mejor este órgano de justicia judío, el Sanedrín.

El Sanedrín era una asamblea que existía en todas las  ciudades de Israel encargadas de velar por el cumplimiento de la ley religiosa. El principal de todos se encontraba en Jerusalén, era el Gran Sanedrín que podía estar formado por entre 23 y 71 miembros, presidiendo lo el Sumo Sacerdote.

Era un órgano legal vinculante, reconocido por las autoridades romanas. Entre aquello que no le estaba permitido, por estar bajo jurisdicción romana era condenar a muerte.

Respecto al papel que tuvo en el proceso de Jesús, se piensa que pudo obrar irregularmente, por la premura con la que actuó,  seguramente para garantizarse una segura condena de Jesús, sin observar la estricta legalidad.

En el Evangelio de Marcos encontramos el testimonio más antiguo de este proceso.

Mc 14, 53-64

Trajeron, pues, a Jesús al sumo sacerdote; y se reunieron todos los principales sacerdotes y los ancianos y los escribas. Y Pedro le siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote; y estaba sentado con los alguaciles, calentándose al fuego. Y los principales sacerdotes y todo el concilio buscaban testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte; pero no lo hallaban.  Porque muchos decían falso testimonio contra él, mas sus testimonios no concordaban.  Entonces levantándose unos, dieron falso testimonio contra él, diciendo:  Nosotros le hemos oído decir: Yo derribaré este templo hecho a mano, y en tres días edificaré otro hecho sin mano. Pero ni aun así concordaban en el testimonio. Entonces el sumo sacerdote, levantándose en medio, preguntó a Jesús, diciendo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti?. Mas él callaba, y nada respondía. El sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?. Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.

Entonces el sumo sacerdote, rasgando su vestidura, dijo: ¿Qué más necesidad tenemos de testigos?

 Habéis oído la blasfemia; ¿Qué os parece? Y todos ellos le condenaron, declarándole ser digno de muerte.

Según leemos, todos los miembros del Sanedrín irían a una para condenar a Jesús, incluso proveyéndose de testigos falsos. Sin duda no era la actuación preceptiva de dicho órgano.

Quizás, en este momento, los miembros del Sanedrín estuvieran actuando de un modo “ex profeso” para tener el veredicto tomado en la reunión formal y legal del concilio, una vez ha amanecido, (Tras haber cantado el gallo) como se narra a continuación.   

Fotograma de la película «La Pasión de Cristo», Mel Gibson, 2004
Mt 27, 1-2

Venida la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo entraron en consejo contra Jesús, para entregarle a muerte.

 Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato, el gobernador.

Habría sido está reunión “muy de mañana” la que legalmente habría condenado a Jesús por blasfemia, por proclamarse Hijo de Dios, algo que chocaba con la teología de los sumos sacerdotes y los ancianos.

IV. ¿Cómo se defiende Jesús?

El texto evangélico nos dice que Jesús calla antes las falsas acusaciones y solo hablará cuando es interpelado por Caifás. ¿Eres tú el hijo de Dios? Jesús responde:

En Mateo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.

En Marcos: Yo soy… (Continúa igual que en Marcos)

En Lucas: Si os lo dijere, no creeréis; y también si os preguntare, no me responderéis, ni me soltaréis. Pero desde ahora el Hijo del Hombre se sentará a la diestra del poder de Dios. (…) Vosotros decís que lo soy.  

V. Jesús, golpeado

Jesús es escarnecido. Escena de la película «La vida pública de Jesús» John Krish y Peter Sykes, 1980.

Mientras Jesús está en el patio de la casa de Caifás, será objeto de humillaciones y golpes. Según Marcos y Mateo, Jesús recibe estos malos tratos tras terminar su interrogatorio ante Caifás, según Lucas antes.

Lc 26, 63-65

Y los hombres que custodiaban a Jesús se burlaban de él y le golpeaban; y vendándole los ojos, le golpeaban el rostro, y le preguntaban, diciendo: Profetiza, ¿Quién es el que te golpeó? Y decían otras muchas cosas injuriándole.

Por su parte Pedro ha seguido a Jesús, junto a otro discípulo hasta casa de Caifás. Allí en el patio será reconocido por varias personas y por tres veces negará a Jesús.

VI. Las negaciones de Pedro

Nuestro Padre Jesús de la Soledad. Negaciones de San Pedro. Año 2018.

Los cuatro evangelios relatan qué Pedro negó conocer a Jesús estando en el patio de la casa donde se le estaba juzgando. Será identificado en primer lugar por la portera que le abre la puerta, también según los relatos su acento galileo llama la atención algunos presentes y le señalan como discípulo, algo que de nuevo negará y también según el evangelio de Juan un conocido del criado Malco lo identifica . Tal como predijo Jesús cantó el gallo tras haberlo negado.

Lc 22, 54-63

Y prendiéndole, le llevaron, y le condujeron a casa del sumo sacerdote. Y Pedro le seguía de lejos. Y habiendo ellos encendido fuego en medio del patio, se sentaron alrededor; y Pedro se sentó también entre ellos.

Pero una criada, al verle sentado al fuego, se fijó en él, y dijo: También éste estaba con él. Pero él lo negó, diciendo: Mujer, no lo conozco. Un poco después, viéndole otro, dijo: Tú también eres de ellos. Y Pedro dijo: Hombre, no lo soy. Como una hora después, otro afirmaba, diciendo: Verdaderamente también éste estaba con él, porque es galileo. Y Pedro dijo: Hombre, no sé lo que dices. Y en seguida, mientras él todavía hablaba, el gallo cantó. Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente.

VI. Consecuencias históricas

El hecho de que fueran autoridades judías quiénes instigaron el arresto y ejecución de Jesús ha provocado para la posteridad y, debido a una mala (a veces maliciosa) interpretación de la escritura, una visión negativa del pueblo judío, culpándolos a todos de una acción que cometieron unos cuantos.

Este odio generado contra la comunidad judía, a las que se le acusaba de deicidas, es decir asesinos de Dios, generó graves injusticias a lo largo de la historia, desde las expulsiones de los países europeos en el S. XV y XVI hasta la barbarie cometida por el régimen nazi en el marco de la segunda guerra mundial. Debemos comprender que Jesús era judío, su madre María también, así como sus apóstoles y seguidores.  Todos aquellos que lo clamaron el Domingo de Ramos a su entrada en Jerusalén eran judíos y quiénes dieron testimonio de su resurrección también. Circunstancias varias provocarán  que el judaísmo y el cristianismo se separen, pero a los cristianos siempre nos deberá suponer  rechazo moral e histórico la afirmación “el judío es culpable”, pues atenta gravemente contra la dignidad de millones de personas así como de la realidad histórica de un hecho concreto.

 

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