El trono de Jesús del Prendimiento a pulso, 2024.
Todo no debería valer.
La jornada de Domingo de Ramos solo sirvió para demostrar que muchas veces es mejor dejar el corazón a un lado y pensar con la cabeza, teniendo en cuenta a las personas que conforman tu procesión.
El Domingo de Ramos de 2024, entró de cabeza en el top histórico de los peores días cofrades que se recuerdan en Málaga. La hermandad de la Pollinica fue la única que pudo realizar su salida procesional, de manera completa y sin incidentes mayores. El único condicionante que sufrió la hermandad de calle Parras fue tener que acelerar el paso a la vuelta, para asegurarse no tener que enfrentarse a la temida lluvia. Sin embargo, las hermandades de Lágrimas y Favores, Humildad y Paciencia, Salutación, Humildad, Dulce Nombre y Salud no pudieron realizar sus respectivos recorridos, teniendo que suspender sus procesiones.
Por otro lado, la Archicofradía del Huerto, tras reunirse la junta de gobierno sobre las 17:20 horas, decidió emprender su camino a las 18:15 horas hacia el recorrido oficial sin variar su itinerario previamente establecido. Sin embargo, y cuando el trono del Cristo no había llegado a la Plaza de Santo Domingo, la hermandad se vio obligada a dar la vuelta por la lluvia.
Pero si hubo un protagonista el Domingo de Ramos, lamentablemente para mal, fue la hermandad del Prendimiento. A las 16:58 horas la Agrupación de Cofradías extendió un comunicado donde informaba que la cofradía capuchinera saldría a la calle, pero realizando un recorrido más corto y sin pasar por el recorrido oficial. Todos los cofrades que estaban en las calles del centro se quedaron perplejos viendo dicha decisión, y temiendo lo peor. Temores que se convirtieron en realidad cuando cayó la primera gota de lluvia, la corporación tuvo que verse envuelta en una lluvia incesante durante gran parte del recorrido.
Analizando una y otra vez lo ocurrido, solo me saltan preguntas a la cabeza. Para empezar, se supone que la finalidad de la Semana Santa es hacer estación de penitencia en la Catedral, no logro entender que con seis hermandades sin poder salir y con las previsiones meteorológicas que había, la Agrupación de cofradías autorizara un recorrido propiamente denominado «extraordinario ́ ́. Bajo mi punto de vista, la agrupación demostró una falta de empatía y rigor absoluto. Cuando se toma esa decisión no se tiene en cuenta ni a las otras cofradías afectadas por el clima, ni a las personas clientes del recorrido oficial que a las que afectaba el cambio de itinerario.
Por su parte, la hermandad del Prendimiento no estuvo nada acertada. Ya que no tuvo en consideración los daños materiales, y sobre todo, los daños humanos que provocaron al salir a la calle. Se tendrían que haber dado cuenta que la procesión la conforman muchas personas, entre ellas: niños, personas con dificultades de movilidad, gente mayor, músicos…
Solo espero que lo ocurrido en este fatídico día, solo sirva para frenar ese ímpetu de salir como sea dominante en el ámbito cofrade actual. Si no, esto solo habrá sido el principio.