María Magdalena – Apostola apostolorum

Siempre que se habla de María Magdalena, sobre todo en las últimas décadas, parece que el misterio y la fabulación se abre paso y a veces oculta la verdadera grandeza y relevancia del papel de esta distinguida discípula de Jesucristo.

En este artículo no desarrollaremos historias legendarias sobre el personaje ni elucubraremos sobre supuestas conspiraciones eclesiales para ocultar su relación con Jesús, nos ceñiremos -ni más ni menos- a lo que sabemos de ella por el Nuevo Testamento.

¿Qué nos dice el Nuevo Testamento sobre María Magdalena?

El Nuevo Testamento refiere escasamente a María Magdalena, aunque precisamente es nombrada en el episodio más importante que funda la fe cristiana: la resurrección.

El evangelista Lucas menciona que a Jesús además de sus discípulos varones, era seguido por algunas mujeres que lo sustentaban económicamente. Menciona el relato a Juana, esposa de Cusa administrador de Herodes, una tal Susana, de la que no hay más referencias y a María Magdalena, de quien el evangelista señala qué Jesús expulsó siete demonios.

Lc 8, 1-3

Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él,  y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios,

Juana, mujer de Cusa intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes.

El texto Lucano nos deja ver que las mujeres que acompañaban a Jesús habían sido sanadas previamente por Él. La referencia de que,  María Magdalena fue sanada de siete demonios, nos indica que la enfermedad que debió padecer esta mujer, por el significado que tiene el número siete en el contexto judío, debía de ser completamente incapacitante y grave.

De las tres mujeres que menciona este texto, solo a Juana se la refiere como mujer casada, y precisamente con un alto funcionario de la corte del rey Herodes, un dato significativo, pues será este rey quién despreciará a Jesús durante la pasión, hecho que además aparece reflejado en exclusiva en este Evangelio de Lucas.

Dado que a las mujeres se las solía nombrar siempre en referencia a su padre,  esposo o hijos, el hecho de que María Magdalena sea mencionada por su gentilicio, es decir oriunda de Magdala, y de que  de la tal Susana no haya ni siquiera esta referencia, nos indica que estas dos últimas mujeres debían ser o solteras o viudas. Parece probable que si servían a Jesús con bienes, debían tener un patrimonio monetario importante, pues hablamos del sustento de una comunidad considerablemente extensa, quizás mujeres solteras no podrían permitirse tal gasto.

Sabemos que otras mujeres que acompañaron a Jesús, fueron Salomé, la madre de Juan y Santiago el mayor, y las hermanas Marta y María, mencionadas en los evangelios de Lucas y Juan.

Mención especial debemos hacer a las hermanas Marta y María, en primer lugar porque el evangelista Lucas las sitúa en Galilea, mientras que el evangelista Juan ubica su residencia en Betania, donde supuestamente compartiría hogar con su hermano Lázaro, a quién el propio Jesús resucitaría.

La relación de Jesús con las mujeres no era la habitual de un rabino judío de la época. El tratar por igual a la hora de la sanación tanto a hombres como mujeres incluso tratarlas cómo iguales en ciertos aspectos, no era en absoluto lo que se esperaba de un maestro judío.

Que Jesús dedicara su tiempo a enseñarle a María y no reprocharle que atendiera las tareas de la casa como le pedía su hermana Marta, parece una declaración de intenciones.

María Magdalena en la pasión y la resurrección de Jesús.

La persona de María Magdalena cobra una especial importancia en los relatos de la muerte de Jesús y por supuesto en su resurrección. Los cuatro evangelios están de acuerdo en afirmar que María Magdalena estuvo al pie de la cruz en el Gólgota. De hecho María Magdalena, es la única mujer en la que los cuatro evangelistas concuerdan al situarla en el escenario de la crucifixión.

Así pues María la propia madre de Jesús, tan solo es mencionada en el Evangelio de Juan, junto con su parienta María esposa de Cleofás. También se menciona en los evangelios que había más mujeres mirando  de lejos aunque no se les ponga nombre. No se menciona a ningún apóstol por su nombre en el lugar de la ejecución de Jesús, el único varón al que se le menciona es al conocido como discípulo amado, el cual la tradición identifica con el apóstol Juan.

El que María Magdalena y otras mujeres fueran más valientes que los propios apóstoles varones a la hora de acompañar a Jesús en sus últimos momentos de vida, nos deja patente el grado de fidelidad de las mismas con la persona de Jesús en contraposición con la negación que el propio apóstol Pedro realizó en el patio de Caifás la noche anterior.

Cuando Jesús expiro, y Éste fue descendido de la Cruz, las mujeres que asistieron a su ejecución, nos narran los evangelios, observaron donde José de Arimatea, y Nicodemo según San Juan, ubicaron a Jesús, para poder ir el domingo a terminar te ungir  el cuerpo ante la cercanía del sábado.

Lc 23, 55-56

Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo.  Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento.

Pese a que en el Evangelio de Juan se narra que José de Arimatea y Nicodemo perfumaron el cuerpo de Jesús, las mujeres, que contemplaban esto de lejos deberían sentirse en la necesidad de terminar el ritual funerario conforme a las costumbres judías. Los cuatro evangelios canónicos coinciden en que el domingo al amanecer María Magdalena acompañada de otras mujeres acudió al sepulcro y se encontró el mismo  vacío.

Si bien, el relato entre los cuatro evangelios es diferente. Así pues tan solo Juan menciona un diálogo entre Jesús y María Magdalena una vez Éste ya ha resucitado.

Jn 20, 11-18

Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro;

 y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto.

 Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.

 Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús.

Jesús le dijo: Mujer ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré.

Jesús le dijo: !!María! Volviéndose ella, le dijo: !!Raboni! (que quiere decir, Maestro).

 Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.

 Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas.

María Magdalena, cuando acude a visitar el sepulcro de Jesús, no cree que Éste haya podido resucitar. En este aspecto, no es diferente a los apóstoles que se han mantenido a resguardo por miedo de las autoridades judías, y que no comprendían las palabras que Jesús les había dicho antes de su pasión sobre la resurrección. Sin embargo, María Magdalena busca a Jesús y lo encuentra, aunque lo crea muerto, le muestra una fidelidad a su persona que no se anula con la muerte.

Ni María Magdalena m los apóstoles habían entendido lo que Jesús les predijo, que resucitaría, sin embargo María Magdalena y las otras mujeres se armaron de valor y fueron aquel primer día de la semana a terminar de ungir el cuerpo del señor. María Magdalena debe exhortarlos a buscar a Jesús en las circunstancias más dolorosas de nuestra vida teniendo la confianza que él saldrá a nuestro encuentro.

¿María Magdalena prostituta?

En ninguna parte de los evangelios se relaciona a María Magdalena con la prostitución. Como hemos señalado tan solo es mencionada como distinguida discípula de Jesús que la sostiene con sus bienes así como una de las mujeres que ve la ejecución del señor en el lugar donde es sepultado y primera testigo de su resurrección. Ese es el papel de María Magdalena en la historia de la salvación. Sin embargo en la cultura popular relacionamos a María Magdalena con la prostitución tanto en iconografía, arte novelas y películas. ¿De dónde procede esta confusión?

La primera persona que relaciono a María Magdalena con la prostitución fue el Papa Gregorio Magno en 591. En un sermón donde explico que los siete demonios telefon expulsados a María Magdalena hacían referencia al vicio sexual. Así,  sentenció que María Magdalena era la misma persona que María de Betania la hermana de Marta, la mujer adúltera a quien Jesús salva la vida mencionada en Jn 8 y la mujer de mala fama que unge los pies a Jesús Lc .

Estos cuatro  personajes son mostrados de forma independiente en los evangelios, y la única relación plausible entre estos cuatro personajes sería entre María de Betania y la mujer de mala fama que enjuga  los pies del señor. Esto se debe a que el Evangelio de Juan menciona que quien unge a Jesús es María de Betania, aunque ubica este suceso en un momento diferente del ministerio de Jesús concretamente el día anterior al Domingo de Ramos.

Sin embargo nada nos sugiere que la mujer pecadora a quien Jesús libra de la lapidación tenga ninguna relación con María Magdalena ni se trate de la misma mujer que enjuga los pies a Jesús en el evangelio de Lucas. Ambas historias son mencionadas en evangelios diferentes, y en ningún caso se alude a la mujer adúltera como prostituta.

En la actualidad la Iglesia Católica ha desvinculado el papel de María Magdalena con la de la mujer adúltera o prostituta hizentra la enseñanza sobre María Magdalena en su papel sobre su papel en la resurrección de Jesús y la transmisión de esta verdad a los apóstoles.

María Magdalena en los evangelios apócrifos

Algunas de las leyendas que han surgido en torno a María Magdalena proviene evangelios apócrifos. En el evangelio apócrifo de Felipe se habla que María Magdalena era una discípula especial, quien tenía una relación especial con Jesús, quién la besaba frecuentemente.

En el conocido como Evangelio de María, Pedro parece disgustarse porque Jesús haya revelado aspectos secretos de su enseñanza a María Magdalena y no a él, recibiendo la censura del apóstol Mateo, quién defiende a María Magdalena.

No obstante debemos tener en cuenta que estos evangelios tienen un componente gnóstico importante, y fueron escritos mucho más tarde que los actuales evangelios canónicos, por lo que fueron descartados del canon bíblico.

Lo cierto es que siguiendo los textos de los cuatro evangelios canónicos no hay ningún pasaje que nos haga pensar que María Magdalena tuvo una relación sentimental con Jesús, y que esta, solo será sugerida en los evangelios gnósticos, para justificar sus enseñanzas.

María Magdalena en la semana Santa de Málaga

En Málaga, María Magdalena es representada en no pocos grupos escultóricos de la pasión de Nuestro Señor Jesucristo. Continuación mencionamos los grupos escultóricos en los que procesiona:

  • Salesianos. La talla es de Manuel Carmona realizada en 1991
María Magdalena arrodillada.
  • Sangre. La talla es de Rafael Luis Liébana realizada en 1997
María Magdalena arrodillada.
  • Mena. La talla es de Francisco Palma Burgos, arrodillada, es obra de Francisco Palma Burgos realizada en 1945
María Magdalena arrodillada.
  • Sagrada Mortaja. La talla es anónima del siglo XIX, restaurada por Luis Álvarez Duarte en 1969.
María Magdalena arrodillada.
  • Descendimiento. La talla es de Ricardo Rivera realizada en 1983.
  • Santo Traslado. La talla es obra de Israel Cornejo, realizada en 2011.
María Magdalena.

A su vez el grupo parroquial de Jesús de la Llaga en el hombro, da culto a una imagen de María Magdalena, obra de Nicolás Torres en 2015, que en un futuro acompañara en la procesión a la virgen de la Buena Fe.

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Autor

  • Carlos Jiménez Lerma

    Licenciado en Historia. Hermano de la Sagrada Cena y del Santo Cristo de la Salud. Coleccionista de música procesional y autor de la cuenta 'Marchas de Málaga'. Estudiante de Teología.

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