Mena prepara los actos por el 75 aniversario del Cristo incluyendo un Vía Crucis
La Congregación de Mena celebra este año el 75 aniversario de la bendición de su titular, el Cristo de la Buena Muerte y Ánimas, que transcurrirá con un amplio programa de actos y un Vía-Crucis.
La Congregación del Jueves Santo, conocida popularmente como la «Cofradía de Mena«, celebra este año la hechura y bendición de su crucificado, el Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Ánimas, que entre 1940 y 1941 realizara el insigne imaginero malagueño Palma Burgos, y que fuera bendecida el 8 de marzo de 1942.
Con este motivo, la Cofradía prepara una serie de actos que transcurrirán en los próximos meses del año presente, entre los que destaca una exposición conmemorativa en el Museo Revello de Toro y la celebración de un Vía-Crucis.
A falta de concretar algunas fechas y datos hasta ahora se han dado a conocer los siguientes actos:
- Presentación del cartel conmemorativo, obra de José Antonio Jiménez, y el programa de actos. – Durante la Cuaresma.
- Exposición conmemorativa en el Museo Revello de Toro. – Del 4 al 30 de abril.
- Mesas redondas sobre la figura y obra de Francisco Palma Burgos a cargo de varios historiadores. – En Otoño.
- Vía-Crucis con la imagen del Crucificado por las calles de la feligresía de la Iglesia de Santo Domingo. – En la segunda quincena de septiembre.
- Triduo especial en honor al Cristo de la Buena Muerte y Ánimas. – Durante el mes de noviembre.
LXXV Aniversario
La imagen cristífera de esta congregación dominica es conocida y reputada en Málaga y fuera de sus fronteras como el «Cristo de Mena«, a pesar de ser obra de Francisco Palma Burgos. Esto se remonta a los años 1660, fecha en la que aproximadamente se data la talla original del crucificado que esculpiera Mena, y que supuso un antes y un después en la historia de la imaginería malagueña.
La talla del Cristo de la Buena Muerte de Pedro de Mena
La talla del granadino Pedro de Mena (Granada, 1628 – Málaga, 1688) era considerada una de las obras más singulares del escultor por estar esculpida a tamaño mayor que el natural, entre otros motivos. Residió en Santo Domingo, sede de la Congregación, hasta que en los sucesos de 1931 llegara su total destrucción, salvándose parte de una pierna que rescatara de la quema el imaginero Palma García, y un pie que custodia la Congregación.
Tuvo que pasar una década hasta que el hijo de Palma García, Palma Burgos, recrease la talla desaparecida en lo que algunos han llamado «la recreación admirable de lo único».
De este modo, y hasta día de hoy, el Cristo de Mena vive entre nosotros, siendo un referente de nuestra Semana Mayor, y por lo que será celebrado este presente año el 75 aniversario de su bendición.