La Cuaresma íntima en Málaga (II): Santo Cristo

Faltan las primeras gotas de cera derramadas sobre la calzada, pero Málaga rezó su Vía Crucis más sincero por la Salud

Las miradas no engañaban, los ojos eran los fieles espejos del alma en el primer viernes de Cuaresma. El Santo Cristo de la Salud hizo historia, Málaga captó toda su atención en una talla histórica, que se meció en el interior de la Santa Iglesia Catedral para rogar por el final de esta pandemia.

Un Vía Crucis íntimo, y a la vez, muy de todos. Varios malagueños, que luchan en primera línea contra el coronavirus, fueron los encargados de leer las reflexiones, como el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre; el pregonero de la Semana Santa, Francisco Javier González de Lara; o el sacerdote Antonio Prieto, entre otros. Las Estaciones las pronunció Salvador de los Reyes, hermano mayor de la Mediadora de la Salvación.

Pureza de damasco morado que ceñía una cintura que acogió miles de plegarias. Málaga tuvo que realizar un Vía Crucis de Cuaresma en plena pandemia para aprender que en este acto la oración, el silencio y la simpleza deben primar frente a los traslados externos desde el primer templo malacitano hacia la sede canónica de la imagen que presida el rezo.

Amargura de Leyenda Coronada

Como si de un sueño se tratase, la ermita de Zamarrilla era el verdadero templo de Dios y de la Virgen María. La extraordinaria disposición de los Sagrados Titulares durante el triduo celebrado en la parroquia de Santa María de la Amargura tuvo una opinión popular unánime: sublime. La cercanía del Santísimo Cristo de los Milagros permitía contemplar la figura del Crucificado como nunca antes. La talla hacía sentirse pequeño a todo aquel que se acercaba a los pies de su peana de plata a contemplarlo.

Nuestro Padre Jesús del Santo Suplicio presidió el grupo escultórico que representa el despojo de sus vestiduras. Ataviado con una túnica roja lisa, el Señor se situaba frente a la talla del Cristo de los Milagros. Y como epicentro de todo, María Santísima de la Amargura, ataviada de hebrea. Unos cirios y centros de flores blancas rodeaban a la Virgen de la rosa roja.

Raro era el momento en el que en la pequeña reja que custodia a la ‘Amargura de Leyenda Coronada’ no había postrado algún fiel frente a la Dolorosa. Miguel Fernández tuvo la oportunidad de captar ese instante e, inevitablemente, se enamoró de unos Titulares que se acercaron al barrio y que sintieron el calor de todos sus devotos.

Triduo cuaresmal en honor a los titulares de Zamarrilla.
Fotografía: Miguel Fernández.

Entrando en Jerusalén

Es innegable que Pollinica desprende un aura especial. La sonrisa más inocente se dibujó en todos los que al entrar a la Iglesia de San Agustín, a mano izquierda, se encontraron con Nuestro Padre Jesús a su Entrada en Jerusalén. El exquisito altar que dispuso la Cofradía, para que el Señor presidiera su Solemne Triduo, estuvo coronado por el escudo de la corporación.

El monte sobre el que se alzaba excelso Jesús a su Entrada en Jerusalén, y los dos grandes centros, contaron con una variedad floral espectacular, conformado por rosas rojas, margaritas rojas, hojas de roble burdeos, eryngium morado, astroemerias naranja y amarilla, orquídeas cymbidum roja y minoclaudio. Seis cirios escoltaron al Señor que bendice Málaga con su dulce mano derecha.

Es en ese lugar y junto a su Señor, donde Pedro Duarte comienza cada año su Cuaresma. Y este año no podía ser menos. Pollinico de corazón y por convicción, que ‘Entrando en Jerusalén’ olvida todos sus problemas. Túnica roja bordada protegida por el verde de su mantolín. Verde que anhela ya revestir de nuevo a María Santísima del Amparo. Pronto, muy pronto.

Triduo a Nuestro Padre Jesús a su Entrada en Jerusalén.
Fotografía: Pedro Duarte.

La Última Cena

«Al pie de tu sagrario nos convidas a recibir tu amor; porque Tú, Jesús, al alma das la vida y la llenas de fuerza y valor». Así firmó José Carlos Torres el cartel de la Hermandad de la Sagrada Cena para este 2021, en el que representa a María Santísima de la Paz. Virgen que desde su capilla lateral en la Parroquia de Santo Domingo admiró a Nuestro Padre Jesús de la Sagrada Cena en el altar mayor del templo para presidir el triduo en su honor.

Las sombra de los doce apóstoles, proyectadas por la luz de las velas, ofrecían una profundidad estremecedora al altar sobre el que el Señor impartió ‘La Última Cena’ en la íntima Cuaresma. El cáliz dorado brillaba junto a la túnica roja bordada de Nuestro Padre Jesús de la Sagrada Cena. Los centros de flores rojas con pequeños requiebros morados exornaban el faraónico altar.

Miles de detalles escondidos en el altar mayor de Santo Domingo fueron captados por Noelia García en su visita al Señor de la Sagrada Cena. Ejemplo de ello era la expresión del conjunto, de las manos elocuentes del apostolado, de los alimentos dispuestos sobre la mesa o de la desgarradora mirada del Señor, que a pesar de todo, primó y atrapó a todos sus hermanos en un nuevo y excepcional culto de esta Hermandad.

Solemne Triduo en honor al Señor de la Sagrada Cena.
Fotografía: Noelia García.

Himno al Santo Cristo de la Salud

Y qué monumento tuvo en la primera semana de Cuaresma la Santa Iglesia Catedral en su interior. Cuánta historia hay detrás de la devoción del Santo Cristo de la Salud. Málaga le debía mucho a esta Sagrada Imagen y fue el Santo Cristo el que volvió a devolver más de lo esperado a su Málaga. Tras el Vía Crucis, el Señor estuvo expuesto en veneración en el primer templo malacitano.

Sobre las andas de la Cofradía de los Estudiantes, el Santo Cristo de la Salud esperó a que todos los malagueños que no pudieron asistir al piadoso acto del viernes se postraran a sus plantas, antes de regresar a la Iglesia del Santo Cristo. Cuántos entonaron en su cabeza el ‘Himno al Santo Cristo de la Salud’ en una Cuaresma que tantos están viviendo con tanta intensidad.

Dani Astorga contempló de forma inédita la figura del Santo Cristo, una talla de la que tal vez pensó que nunca vería su desgarradora espalda. Su mirada compungida conmovió al joven que estuvo varios minutos con su mirada clavada en su rostro y su pelo rizado. La pandemia deja muchos sinsabores, pero este regusto religioso y cofrade, con la imagen de la Salud como protagonista, quedará grabado a fuego en la memoria de todos los que presenciaron la Imagen en la Catedral, aunque fuese a través de una pantalla.

Veneración al Santo Cristo de la Salud en la S.I.C.B.
Fotografía: Dani Astorga.

Primeros días de una Cuaresma en los que todos pedimos al ‘Santo Cristo’ Salud. Un tiempo que poco a poco nos acerca de forma sutil al momento en el que Jesús entrará de nuevo en Jerusalén e impartirá la Sagrada Cena. Y será en esa frontera entre el Perchel y la Trinidad donde vuelva a obrarse el milagro, con Zamarrilla por testigo.

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